Secreción mamaria: Instrucciones de cuidado

Generalidades

La secreción de líquido de uno o ambos pezones cuando no está amamantando o embarazada se llama secreción mamaria. La secreción puede ser transparente, turbia, blanca, amarilla, verde o marrón. La secreción que aparece solo cuando se presiona el pezón rara vez significa que haya un problema. Cuanto más se presiona o estimula el pezón, más líquido sale.

La secreción espontánea aparece sin presionar ni estimular el pezón. Esto no es normal a menos que esté embarazada o amamantando. Puede ser un efecto secundario de un medicamento o puede estar causada por otros problemas de salud. El tratamiento de la secreción espontánea del pezón depende de su causa. Es posible que necesite pruebas adicionales para averiguar qué está causando la secreción mamaria.

Si nota una nueva secreción espontánea en los pezones, que proviene de un solo pezón o que es sanguinolenta, comuníqueselo al médico.

La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas y llame al médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus pruebas y mantener una lista de los medicamentos que toma.

¿Cómo puede cuidarse en el hogar?

• Si el médico le ha recetado un medicamento, tómelo exactamente como se lo recetaron. Llame al médico si cree que está teniendo algún problema con el medicamento.
• Use un sostén de soporte, como un sostén deportivo o para correr.
• Evite estimular los senos hasta que tenga la cita de seguimiento.

¿Cuándo debe pedir ayuda?

Llame al médico ahora u obtenga atención médica inmediatasi:

• Presenta síntomas de inflamación o infección mamaria, como:
  • Aumento del dolor, hinchazón, calor, enrojecimiento o cambio de color en el seno.
  • Vetas rojas que se extienden desde el seno.
  • Secreción de pus de un seno.
  • Fiebre.
• Tiene nuevos cambios en el seno, como:
  • Un bulto o engrosamiento en el seno o la axila.
  • Un cambio en el tamaño o la forma del seno.
  • Cambios en la piel, como hoyuelos o arrugas.
  • Secreción nueva en el pezón.
  • Un cambio en el color o la textura de la piel del seno o en el área más oscura alrededor del pezón (areola).

Esté atenta a los cambios en su salud y asegúrese de ponerse en contacto con el médico si:

• No mejora como se esperaba.