Una prueba de gasometría arterial mide los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre para averiguar el funcionamiento de los pulmones. Una prueba de gasometría arterial comprueba la capacidad de los pulmones para transportar oxígeno a la sangre y eliminar dióxido de carbono de la misma.
A medida que la sangre pasa por los pulmones, el oxígeno entra en la sangre mientras que el dióxido de carbono sale de la sangre hacia el espacio aéreo de los pulmones. Una prueba de gasometría arterial utiliza sangre extraída de una arteria, donde pueden medirse los niveles de oxígeno y dióxido de carbono antes de que entren en los tejidos del cuerpo y se modifiquen. Una prueba de gasometría arterial mide el pH (acidez o alcalinidad) y los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre. Los valores anormales de pH, oxígeno y dióxido de carbono pueden deberse a cambios en:
- Funcionamiento pulmonar.
- Funcionamiento cardíaco e irrigación sanguínea.
- Funcionamiento renal.
- Cómo utiliza el cuerpo los alimentos para obtener energía (metabolismo).
- El uso de algunos medicamentos.
A menudo se realiza una prueba de gasometría arterial a una persona que se encuentra en el hospital debido a una lesión o enfermedad grave.