Mediación para el cuidado de personas mayores

Generalidades

La mediación para el cuidado de personas mayores es el proceso de trabajar con alguien para ayudar a las familias a manejar los problemas legales, de salud y emocionales que conlleva el envejecimiento. Se basa en la idea de que, con un poco de ayuda, los miembros de la familia pueden encontrar las mejores soluciones a los problemas familiares.

Las familias a menudo eligen mediadores para que les ayuden a resolver cosas como:

• ¿Cuál es el mejor lugar para que vivan los padres u otros miembros de la familia?
• ¿Deberían seguir conduciendo?
• ¿Quién se hará cargo de ellos?
• ¿Qué tipo de atención necesitan?
• ¿Cómo se pagará su atención médica?
• ¿Qué tipo de cuidados paliativos terminales quieren?
• ¿Quién debe tener un poder notarial financiero o de asuntos médicos para ellos?

La mediación puede ser emocional. Pero es importante recordar que el objetivo del proceso de mediación es tomar decisiones y aprender habilidades para ayudar a tomar decisiones en el futuro. Los sentimientos y las emociones se pueden explorar en el proceso.

¿Por qué elegir mediación para el cuidado de personas mayores?

Las familias pueden elegir la mediación para el cuidado de personas mayores porque es una buena manera de resolver problemas familiares difíciles sin contratar abogados. Suele ser más rápida y cuesta menos que ir a los tribunales.

Con un buen mediador que los ayude, los miembros de la familia a menudo pueden resolver los problemas familiares. Y dado que encuentran soluciones por sí mismos, es más probable que se aseguren de que las soluciones funcionen.

¿Cuándo debe una familia optar por mediación para el cuidado de personas mayores?

La mediación es una buena opción cuando los miembros de la familia no están de acuerdo con las decisiones sobre el cuidado, el dinero, la seguridad, la salud o la vivienda de sus mayores. Un mediador puede ayudar a las familias a llegar a un acuerdo sobre estas decisiones difíciles y asegurarse de que los adultos mayores tengan voz y voto en lo que les suceda. Esto puede ser tranquilizador para las personas mayores que pueden sentir que las decisiones que se toman sobre ellos están fuera de su control.

A veces, un juez ordenará a una familia que use un mediador. Pero las cosas suelen ir mejor cuando alguien de la familia hace la sugerencia. Los padres ancianos también pueden agregar una regla a su testamento o fideicomiso en vida. La regla requeriría que la familia use mediación para ayudar a resolver problemas familiares.

¿Qué hace un mediador para el cuidado de personas mayores?

Usted puede usar un mediador capacitado en el cuidado de personas mayores u otra persona. Pero lo importante es encontrar una persona fuera de su familia que pueda:

• Llevar a cabo las reuniones sin favorecer a una parte o la otra.
• Asegurarse de que todos son entendidos, incluida la persona mayor.
• Ayudar a la familia a resolver los problemas que los mantienen separados.
• Ayudar a los miembros de la familia a encontrar soluciones que funcionen para toda la familia.

Cómo comenzar la mediación para el cuidado de las personas mayores

La mediación para el cuidado de personas mayores es un proceso de trabajo con un trabajador social o un mediador capacitado en el cuidado de personas mayores que ayuda a las familias a tomar decisiones sobre asuntos legales, de salud y emocionales que conlleva el envejecimiento. Como parte del proceso de mediación de personas mayores, la familia colabora en los siguientes pasos.

1. Decidir quién debe participar en la mediación.

   Los padres ancianos y sus hijos suelen asistir a las sesiones de mediación (incluso si eso significa participar por teléfono, computadora o ambos). Las sesiones también pueden incluir a las parejas de los hijos adultos, otros parientes, los amigos de los pacientes ancianos, líderes religiosos, proveedores médicos o trabajadores sociales.

2. Encontrar un mediador.

   Para encontrar mediadores para el cuidado de personas mayores, hable con trabajadores sociales o agencias de cuidado de personas mayores en su comunidad. También puede probar con el Consejo Nacional de Planificación del Cuidado (National Care Planning Council) en www.longtermcarelink.net.

3. Elegir un mediador.

   La persona que elija puede ser un mediador capacitado en el cuidado de personas mayores. O puede ser un trabajador social o cualquier persona con la que su familia se sienta cómoda como mediador. Cuando entreviste a personas para que actúen como su mediador, averigüe si tienen la capacitación y la experiencia para manejar los problemas legales, de salud y emocionales que conlleva el envejecimiento.

4. Establecer un objetivo claro.

   Pónganse de acuerdo como familia en un objetivo claro. Tratar de resolver demasiadas cosas a la vez puede volverse confuso y hacer que el proceso de mediación dure demasiado.

5. Establecer un límite de tiempo claro.

   Cuando todos se hayan puesto de acuerdo sobre un objetivo, dense un tiempo específico para alcanzarlo.

6. Comenzar a hablar.

   Cuando los miembros de la familia puedan ponerse de acuerdo sobre el objetivo final, el mediador puede ayudarles a lograrlo. Si no pueden ponerse de acuerdo, cualquier progreso que hayan logrado a través del proceso de mediación puede ayudar si el problema llega a los tribunales.