La luz ultravioleta proviene de los rayos solares, pero es invisible para los seres humanos. Dos de las tres formas de luz ultravioleta, los rayos UVA y UVB, llegan a la tierra y pueden dañar la piel y los ojos de una persona.
Como la capa de ozono se está volviendo más delgada, los rayos UVA y UVB están llegando a la tierra a intensidades mayores.
- Los rayos UVA son más intensos por la mañana y por la tarde. Estos rayos atraviesan los vidrios de las ventanas y pueden penetrar la piel profundamente. Estos rayos pueden causar cambios temporales y permanentes en la piel.
- Los rayos UVB alcanzan su máxima intensidad alrededor del mediodía, cuando el sol brilla más fuerte, entre alrededor de las 10 a.m. y las 4 p.m. en la mayoría de las regiones. Los vidrios de las ventanas bloquean estos rayos. Los rayos UVB afectan la capa externa de la piel y pueden causar quemaduras solares.
Es posible que una persona se vea bronceada poco después de exponerse a los rayos UVA y UVB. Los efectos a largo plazo de la exposición incluyen envejecimiento prematuro, arrugas, daños en la piel y, a veces, cáncer de piel.
Las cabinas solares también usan y transmiten luz ultravioleta.