Cuando tiene dolor de espalda, es difícil pensar en hacer ejercicio.
Es posible que le preocupe que vaya a empeorar las cosas.
O, si el dolor ha desaparecido, tal vez tenga miedo de que el ejercicio vuelva a causarle dolor.
Pero la actividad y el ejercicio pueden ayudar a que la espalda mejore y se mantenga mejor.
Caminar es una de las mejores cosas que puede hacer para la espalda.
Usted puede probar otras actividades también, como nadar.
La clave es encontrar algo que le inspire a levantarse y ponerse en movimiento y que le ayude a sentirse mejor.
También puede hacer ejercicios que estiran suavemente y fortalecen los músculos del abdomen, la espalda y las piernas.
Mientras más fuertes estén esos músculos, mejor podrán protegerle la espalda.
Asegúrese de hablar con su médico antes de empezar a hacer ejercicios nuevos.
Y si un ejercicio le empeora el dolor de espalda, deje de hacerlo.
Recuerde que mantenerse activo puede ayudarle a mantenerse flexible y fuerte y a tener menos dolor.
Así que no deje que el miedo al dolor de espalda le impida estar activo.