Intoxicación por plomo es el nombre que se le da al daño causado por la presencia de plomo en el organismo, generalmente debido a meses o años de exposición a pequeñas cantidades de plomo en el ambiente. La intoxicación por plomo puede ocurrir a cualquier edad, pero es más perjudicial para los niños menores de 6 años de edad y es particularmente nociva para aquellos de menos de 3 años; puede afectar la salud física y el desarrollo mental de un niño de manera permanente.
Los síntomas de intoxicación por plomo pueden ser muy vagos y podrían incluir irritabilidad, altibajos de ánimo, pérdida de peso, falta de energía, vómito, estreñimiento o dolor estomacal. En muchos casos no hay síntomas. Los niños menores de 3 años que tienen intoxicación por plomo pueden presentar anemia, así como discapacidades de aprendizaje, trastornos de conducta y una variedad de otros problemas de desarrollo.
El plomo puede estar presente en pintura vieja, tuberías metálicas de agua y otras sustancias. La pintura a base de plomo puede ser un peligro en casas antiguas, especialmente si se está pelando o descascarando. Una mujer embarazada que se expone al plomo puede transmitírselo a su bebé. El plomo también puede transmitirse a un bebé a través de la leche materna. La mejor manera de prevenir la intoxicación por plomo es reducir la exposición a posibles fuentes de plomo.
Si sospecha que usted o su hijo han estado expuestos al plomo, podría ser adecuado realizar un análisis de sangre. La intoxicación por plomo puede diagnosticarse con un análisis de plomo en sangre que mide la cantidad de plomo en la sangre.
El tratamiento de la exposición por plomo comienza con la eliminación de las fuentes de plomo del hogar y del lugar de trabajo. Proporcionar una nutrición equilibrada a una persona que tiene intoxicación por plomo también es esencial. A menudo se usa la terapia de quelación para tratar una intoxicación por plomo grave. Un medicamento se adhiere al plomo y permite que sea eliminado por la orina.