Generalidades del tratamiento
La oxigenoterapia le ayuda a hacer llegar más oxígeno a los pulmones y al torrente sanguíneo. Puede utilizarla si padece una enfermedad que le dificulta la respiración, como EPOC, fibrosis pulmonar (cicatrización de los pulmones) o insuficiencia cardíaca. La oxigenoterapia puede facilitarle la respiración y reducir la carga de trabajo del corazón.
Algunas personas necesitan oxígeno adicional todo el tiempo. Otras lo necesitan de vez en cuando a lo largo del día o durante la noche. Un médico le prescribirá cuánto oxígeno necesita y con qué frecuencia debe utilizarlo.
Para respirar el oxígeno, la mayoría de la gente utiliza una cánula nasal. Se trata de un tubo fino de plástico con dos puntas que se coloca dentro de la nariz. Las personas que necesitan mucho oxígeno pueden tener que utilizar una mascarilla que se coloca sobre la nariz y la boca.
Sistemas de suministro
El oxígeno utilizado en la oxigenoterapia puede administrarse de varias formas diferentes:
- Los concentradores toman el oxígeno del aire. Los concentradores estándar deben enchufarse a una toma de corriente y suelen utilizarse en el hogar. También existen tipos portátiles que pueden utilizarse fuera del hogar.
- Las bombonas, o tanques, de gas oxígeno comprimido o presurizado vienen en varios tamaños. Puede utilizar un tanque grande como reserva en su casa y tener tanques más pequeños para utilizar cuando esté fuera de casa.
- El oxígeno líquido ocupa menos espacio que el oxígeno gaseoso. Por ello, los recipientes más pequeños y ligeros pueden contener más oxígeno.
Hay dos formas de hacer llegar el oxígeno a los pulmones:
- La cánula nasal es un tubo de plástico fino y flexible con dos puntas que se coloca dentro de la nariz. Le proporciona la mayor libertad para moverse y hablar.
- Una mascarilla facial puede ser una buena opción si necesita un mayor caudal de oxígeno. Pero la mascarilla facial no es tan portátil y estorba a la hora de hablar y comer.
Puede utilizar una mascarilla facial por la noche y una cánula nasal durante el día.
Por qué se hace
La oxigenoterapia aumenta la cantidad de oxígeno en los pulmones y el torrente sanguíneo. Puede necesitar oxigenoterapia si las pruebas muestran que las células del cuerpo no reciben suficiente oxígeno. Esto puede ocurrir si padece neumonía, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) u otras afecciones.
Riesgos
En la mayoría de los casos, la oxigenoterapia no conlleva riesgos siempre que siga las instrucciones del médico. Pero el oxígeno es un peligro de incendio, así que asegúrese de seguir las normas de seguridad.
- No fume cigarrillos ni cigarrillos electrónicos ni deje que otros lo hagan mientras esté utilizando oxígeno.
- No utilice oxígeno cerca de llamas abiertas, nada que pueda producir chispas ni nada inflamable.
- Asegúrese de tener cuidado cuando se desplace. Usted u otra persona podría tropezar y caerse sobre los cables, los tubos de oxígeno o los botes.
- Evite tocar la escarcha que puede formarse en los dispositivos de oxígeno líquido. La escarcha puede provocar quemaduras en la piel.
Suele prescribirse oxígeno para elevar las saturaciones a entre el 90% y el 92%. Los caudales más altos no suelen ayudar. Pueden causar otros problemas graves en el cuerpo.
Créditos
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Ignite Healthwise, LLC es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 31 julio, 2024
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