Crisis drepanocítica

Generalidades

Una crisis drepanocítica es un episodio doloroso que puede comenzar de repente en una persona que tiene la enfermedad drepanocítica.

Una crisis drepanocítica ocurre cuando los glóbulos rojos con forma de hoz se aglomeran y obstruyen los pequeños vasos sanguíneos que transportan sangre a determinados órganos, músculos y huesos. Esto causa dolor de leve a intenso y otros problemas. El dolor puede durar de horas a días. "Episodio doloroso" y "crisis dolorosa" son otros términos que se usan para describir estos episodios. Algunas personas que tienen la enfermedad drepanocítica pueden tener muchos episodios dolorosos, mientras que otras tienen pocos o ninguno.

El dolor puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Pero las zonas más comunes incluyen:

• Las vértebras.
• Los huesos de los brazos y las piernas.
• El pecho.
• El abdomen.

Tratamiento

El tratamiento depende del grado de dolor y el tiempo que dure. A veces, los analgésicos sin receta, o de venta libre, como el ibuprofeno pueden ayudar. Otras veces, una persona necesita un analgésico más potente, que lo puede recetar o dar un médico. Algunos episodios dolorosos pueden necesitar terapia intravenosa (IV) para la administración de líquidos y analgésicos potentes, como la morfina, para aliviar el dolor.

Usted puede prepararse para una crisis por anticipado creando un plan de tratamiento del dolor con su médico. Este plan debería incluir no solo los tipos de medicamentos que puede tomar en el hogar sino también otras medidas que puede tomar en casa para aliviar el dolor. Asimismo, su plan también le ayuda a saber cuándo debe llamar a su médico o ir a un hospital.

No siempre es posible saber qué desencadena una crisis. Pero los factores desencadenantes incluyen deshidratación, bajas temperaturas, infecciones, estrés y poco oxígeno.

Estos son algunos consejos para prevenir una crisis.

• Beba abundantes líquidos, especialmente antes, durante y después de hacer ejercicio o una actividad intensa. También beba abundante agua cuando tenga fiebre o una infección.
• Vístase bien abrigado cuando haga frío. Trate de evitar enfriarse. La exposición al aire frío, el viento y el agua puede hacer que los glóbulos rojos adopten forma de hoz en las zonas expuestas del cuerpo.
• Haga ejercicio con cuidado. Descanse cuando se sienta cansado y beba abundante cantidad de líquidos. La deshidratación o una reducción en los niveles de oxígeno en la sangre a causa del ejercicio intenso puede hacer que los glóbulos rojos adopten forma de hoz.
• Evite las cosas que puedan reducir su nivel de oxígeno en la sangre. Esto incluye el humo del cigarrillo y las altitudes elevadas (los viajes en transporte aéreo comercial deberían ser seguros).
• Duerma lo suficiente.
• Reduzca y controle el estrés en su vida.