Generalidades de la cirugía
Para hacer una cirugía artroscópica de la mandíbula, el cirujano introduce un tubo (artroscopio) delgado e iluminado en la articulación de la mandíbula a través de una pequeña incisión en la piel. El artroscopio se conecta a una pequeña cámara fuera del cuerpo que transmite una imagen ampliada de la articulación a una pantalla de televisión.
El cirujano puede introducir instrumentos quirúrgicos a través del artroscopio para operar la articulación. Con esto se evita la necesidad de hacer más incisiones. Esta técnica se utiliza para diagnosticar y tratar los trastornos temporomandibulares (TMD, por sus siglas en inglés).
Durante la cirugía, el cirujano puede hacer lo siguiente:
- Eliminar el tejido cicatricial y el cartílago engrosado.
- Remodelar partes de la mandíbula.
- Reposicionar el disco.
- Tensar la articulación para limitar el movimiento.
- Hacer un lavado de la articulación.
- Introducir un medicamento antiinflamatorio.
Los procedimientos se hacen bajo anestesia general. Generalmente duran 30 minutos o más tiempo, según el tipo de procedimiento.
Qué esperar
Después de la cirugía, tal vez comience fisioterapia dentro de las 48 horas. Esto le ayudará a mantener el movimiento y a prevenir la formación de tejido cicatricial. También puede utilizar un dispositivo mecánico que mueve suavemente la articulación de la mandíbula (movimiento pasivo continuo).
El movimiento de la mandíbula puede verse limitado por al menos un mes. Y es posible que tenga que seguir una dieta de alimentos líquidos y blandos.
Por qué se hace
La artroscopia también se usa para irrigar o lavar la articulación o para inyectar un medicamento antiinflamatorio. Esto puede ser especialmente útil para personas que tienen trastornos temporomandibulares causados por la artritis reumatoide.
La artroscopia se puede utilizar para el tratamiento de trastornos temporomandibulares que implican:
- Una enfermedad articular que hace que el tejido y el hueso se desintegren.
- Tejido cicatricial (adherencias).
- Cartílago demasiado grueso.
- Graves problemas del disco articular.
- Una articulación de la mandíbula que se ha aflojado con el paso del tiempo o después de una lesión.
Este procedimiento también puede usarse para diagnosticar un trastorno temporomandibular (artroscopia de diagnóstico).
Sepa más
- Trastorno temporomandibular: ¿Debería operarme para el dolor de mandíbula?
Cuál es su eficacia
La artroscopia es una cirugía mínimamente invasiva que puede tratar los trastornos temporomandibulares de manera eficaz. En comparación con una cirugía abierta, puede tratar un trastorno temporomandibular con menos complicaciones, las cuales serán menos graves.
Riesgos
Las complicaciones de la cirugía artroscópica para trastornos temporomandibulares son poco comunes, pero incluyen:
- Daño al oído externo, medio o interno.
- Pérdida temporal o permanente de audición.
- Daño nervioso temporal.
- Infección en la articulación.
Los cambios quirúrgicos que se hagan al hueso y al tejido blando no pueden revertirse. Y pueden crear nuevos problemas en el equilibrio delicado de la articulación. Después de una cirugía que comprende músculos, tendones y ligamentos se forma tejido cicatricial. Es probable que limite el movimiento del maxilar en cierto grado.
Créditos
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 31 julio, 2024
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