Fractura de la meseta tibial: Instrucciones de cuidado

Saltar la barra de navegación
Huesos de la pierna, incluidos el fémur, la rótula, la tibia y el peroné, con detalle de la tibia rota en la fractura de la meseta tibial.

Generalidades

Una fractura de la meseta tibial es una rotura de la tibia en la rodilla. La meseta tibial es la zona plana en la parte superior de la tibia sobre la cual descansa el fémur.

La fractura puede ser desde una grieta a un hueso destrozado. Esto depende de cuánta fuerza la causó y de lo fuertes que son sus huesos.

El tratamiento depende de la gravedad de la fractura y de si su rodilla estaba sana en un principio. La mayoría de las personas necesitan cirugía para unir las partes del hueso con placas y tornillos. Algunas personas necesitarán una artroplastia (reemplazo de la articulación). Si la fractura es leve, puede usar una rodillera articulada y un andador o muletas por entre 8 y 12 semanas. Es importante que comience a mover la rodilla tan pronto como pueda después de su lesión o cirugía. También es posible que haga fisioterapia.

La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus exámenes y mantener una lista de los medicamentos que toma.

¿Cómo puede cuidarse en el hogar?

  • Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga todas las indicaciones de la etiqueta.
    • Si no está tomando un analgésico recetado, pregúntele al médico si puede tomar un medicamento de venta libre.
    • Si el médico le recetó un analgésico, tómelo según las indicaciones.
    • Guarde los analgésicos recetados donde nadie más pueda alcanzarlos. Cuando termine de usarlos, deséchelos de forma rápida y segura. Su farmacia u hospital local podrían tener un punto de entrega.
  • No cargue peso sobre la pierna a menos que su médico se lo indique. Use un andador o muletas para caminar.
  • Aplíquese hielo o una compresa fría sobre la rodilla por entre 10 y 20 minutos cada vez. Trate de hacerlo cada 1 o 2 horas durante los siguientes 3 días (cuando esté despierto). Póngase un paño delgado entre el hielo y la piel.
  • Eleve la pierna sobre almohadas cuando se aplique hielo o en cualquier momento que se siente o se acueste. Trate de mantenerla por encima del nivel del corazón. Esto ayudará a reducir la hinchazón.
  • Comience a mover la rodilla. En cuanto su médico lo autorice, estire y flexione la rodilla. Hágalo tan a menudo como pueda. Esto puede ayudarle a recuperarse.
  • Haga flexiones de tobillo para ayudar a reducir la hinchazón y la rigidez. Para hacer este ejercicio:
    • Acuéstese o siéntese en la cama.
    • Apunte los dedos de los pies y los pies hacia las rodillas lo más que pueda. Luego apúntelos lo más lejos de usted que pueda.
    • Alterne entre apuntar los pies hacia usted y apuntarlos lejos de usted.
    • Haga esto por 2 o 3 minutos, 2 o 3 veces por hora.
  • Haga ejercicios para ayudar a fortalecer los cuádriceps (músculos del muslo).
    • Sentado en una silla, extienda la pierna y manténgala extendida por 6 segundos. Luego, baje la pierna y descanse por hasta 10 segundos.
    • Repítalo de 8 a 12 veces con cada pierna. Haga esto todos los días, hasta 3 veces por día.
    • Cuando este ejercicio de fortalecimiento del muslo se vuelva fácil, puede añadirle un peso ligero al tobillo.
  • Haga flexiones de rodilla en la cama.
    • Acuéstese o siéntese en la cama.
    • Doble la rodilla afectada deslizando el pie hacia usted. Deténgase cuando no pueda flexionar más la rodilla.
    • Mantenga esta posición por entre 15 y 30 segundos y luego extienda la pierna deslizándola sobre la cama.
    • Haga esto varias veces.
  • Cuídese la rodillera ortopédica o la férula.
    • Siga las instrucciones que le dé el médico. Si la rodillera o la férula es extraíble, no se la quite a menos que su médico lo autorice.
    • Manténgala seca.
    • Al ducharse, péguele una hoja de plástico con cinta adhesiva para cubrirla. El agua debajo del artículo ortopédico puede causarle comezón y dolor en la piel.
    • Nunca corte la rodillera ni meta nada dentro para rascarse una comezón en la pierna.

¿Cuándo debe pedir ayuda?

Llame al 911 en cualquier momento que considere que necesita atención de emergencia. Por ejemplo, llame si:

  • Se desmayó (perdió el conocimiento).
  • Tiene mucha dificultad para respirar.
  • Tiene dolor repentino en el pecho y falta de aire, o tose sangre.

Llame al médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:

  • Tiene dolor nuevo o peor.
  • Tiene el pie frío o pálido o le cambia de color.
  • Tiene hormigueo, debilidad o entumecimiento en los dedos de los pies.
  • La rodillera o la férula le aprieta demasiado.
  • Tiene señales de un coágulo de sangre en la pierna (llamado trombosis venosa profunda), tales como:
    • Dolor en la pantorrilla, la parte posterior de la rodilla, el muslo o la ingle.
    • Hinchazón en la pierna o la ingle.
    • Un cambio de color en la pierna o la ingle. La piel podría estar enrojecida o morada, según cuál sea su color de piel normal.

Preste especial atención a los cambios en su salud y asegúrese de comunicarse con el médico si:

  • Tiene un problema con la férula o la rodillera.
  • No mejora como se esperaba.
  • Tiene problemas con el medicamento.

¿Dónde puede encontrar más información en inglés?

Vaya a http://spanishkb.healthwise.net/patientedes

Escriba A252 en la búsqueda para aprender más acerca de "Fractura de la meseta tibial: Instrucciones de cuidado".

La Enciclopedia de salud contiene información general de salud. No todos los tratamientos o servicios descritos son beneficios cubiertos para los miembros de Kaiser Permanente ni se ofrecen como servicios de Kaiser Permanente. Para obtener una lista de beneficios cubiertos, consulte su Evidencia de cobertura o Descripción resumida del plan. Para los tratamientos recomendados, consulte con su proveedor de atención médica.