Una fisura anal es un desgarro estrecho que se extiende desde los músculos que controlan el ano (esfínter anal) hasta el conducto anal. Estos desgarros suelen producirse cuando el tejido anal se daña durante una evacuación difícil o cuando se produce una tensión mayor de la normal en los esfínteres anales.
Los síntomas de una fisura anal incluyen un dolor agudo, escozor o ardor durante una evacuación. El dolor, que puede ser intenso, puede durar unas horas. Tal vez note manchas de sangre de color rojo brillante en el papel higiénico. Esta sangre está aparte de las heces.
Se puede ayudar a aliviar fisuras anales pequeñas bebiendo más líquidos, siguiendo una dieta con alto contenido de fibra, dedicando tiempo suficiente a una evacuación y usando ablandadores de heces.