El fósforo es un mineral que el cuerpo necesita para funcionar y para que las células funcionen bien. El fósforo se encuentra en todas las partes del cuerpo y se almacena con calcio en los huesos. Parte del fósforo en el cuerpo existe como una partícula cargada (ion) llamada fosfato.
Las personas que no tienen suficiente fósforo en el cuerpo pueden perder peso, sentirse débiles y tener problemas de crecimiento (sobre todo crecimiento óseo). Los niveles muy bajos de fósforo pueden afectar la respiración y la función cerebral.
Los alimentos ricos en fósforo incluyen los productos lácteos (como la leche y el queso), la carne, las yemas de huevo, los cereales integrales, los guisantes y las nueces. Las personas que beben grandes cantidades de alcohol suelen tener bajos niveles de fósforo.