Un esguince es una lesión de las fibras duras y similares a cuerdas (ligamentos) que conectan un hueso con otro.
Los síntomas de un esguince pueden ser leves o graves, y a veces se pueden confundir con una fractura de hueso, debido a que algunas lesiones pueden causar un esguince y una fractura en la misma zona.
- Los esguinces de primer grado estiran los ligamentos, pero no los desgarran. Es posible que tenga hinchazón y dolor de leves a moderados, pero la articulación está estable y no se siente floja ni tambaleante, y usted puede moverse con normalidad (aunque es probable que tenga dolor).
- Los esguinces de segundo grado desgarran los ligamentos parcialmente. Usted podría oír o sentir un sonido seco o un chasquido al momento de la lesión. Es posible que un dolor y una hinchazón de moderados a intensos restrinjan su movimiento. La articulación podría verse amoratada y es posible que usted tenga inestabilidad de leve a moderada en la articulación.
- Los esguinces de tercer grado desgarran los ligamentos por completo. Por lo general, usted oirá o sentirá un sonido seco o un chasquido al momento de la lesión. Es posible que haya dolor, hinchazón y moretones de leves a intensos. A veces, los síntomas son menores con un desgarro total que con un desgarro parcial. La articulación se sentirá floja o tambaleante y es posible que usted oiga un chirrido cuando intente mover la articulación. Es posible que se forme un bulto en el lugar del desgarro total. Es posible que haya una alteración de la sensibilidad, como entumecimiento u hormigueo.
El tratamiento para el esguince incluye reposo (inmovilización), hielo, compresión y elevación. Si bien un esguince menor a menudo sana bien con tratamiento en el hogar, un esguince de moderado a grave podría requerir evaluación y tratamiento médicos con un yeso o una tablilla (férula), fisioterapia, medicamentos o cirugía. El tiempo de recuperación de un esguince varía según la edad y la salud de una persona, y según la ubicación y la gravedad del esguince.