La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una afección que causa una inflamación constante de los intestinos. La enfermedad puede afectar solo el intestino grueso (colitis ulcerosa) o cualquier parte del tubo digestivo completo, desde la boca hasta el ano (enfermedad de Crohn).
Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, diarrea frecuente que puede contener sangre o pus, fiebre, escalofríos, pérdida de peso y fatiga. Los síntomas pueden ser leves, moderados o graves. La inflamación también puede afectar otras partes del cuerpo, como los ojos o las articulaciones, y puede causar un tipo de artritis.
La EII puede repetirse muchas veces en la vida de una persona. Se trata con medicamentos y, a veces, con cambios en la dieta. Si la enfermedad está en remisión (no causa síntomas), es posible que no se necesite tratamiento, aunque los medicamentos pueden ayudar a mantener la enfermedad en remisión. Un ataque grave puede requerir que la persona sea hospitalizada para recibir tratamiento. En algunos casos, puede necesitarse cirugía.
La EII aumenta el riesgo de cáncer de colon, por lo que es importante hacerse pruebas de detección de cáncer. El nivel de riesgo depende del tipo de EII que tenga y de cuánto tiempo la haya tenido.