Instrucciones de cuidado
Tu salud en las primeras semanas del embarazo es muy importante para la salud de tu bebé. Cuida bien de ti misma. Cualquier cosa que hagas que dañe tu cuerpo puede dañar también a tu bebé.
Alimentarse bien es especialmente importante durante el embarazo. Sigue las recomendaciones de alimentación saludable y estilo de vida que te dé tu médico. Mientras estás embarazada, nunca es una buena idea ponerte a dieta para adelgazar.
Es posible que tengas muchos sentimientos diferentes respecto a estar embarazada y a cómo hacer frente a los síntomas del embarazo, como subir de peso y observar los cambios en tu cuerpo. En ocasiones, quizá te sientas sola y aislada. Habla con tu médico sobre cómo obtener la ayuda que necesites por medio de asesoría psicológica para adolescentes o un grupo de apoyo.
Asegúrate de asistir a todas tus citas médicas. Los chequeos médicos regulares les ayudarán a ti y a tu bebé a mantenerse saludables.
La atención de seguimiento es una parte clave de tu tratamiento y seguridad. Asegúrate de hacer y acudir a todas las citas, y llama a tu médico si estás teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes y mantener una lista de los medicamentos que tomas.
¿Cómo puedes cuidarte en el hogar?
Alimentación
- Aliméntate de forma equilibrada. Asegúrate de incluir en tu alimentación muchos frijoles (habichuelas), arvejas (chícharos) y verduras de hojas verdes.
- No te saltes comidas ni pases muchas horas sin comer. Si tienes el estómago revuelto, trata de comer un refrigerio pequeño y saludable cada 2 o 3 horas.
- No consumas pescados con altos niveles de mercurio, como tiburón, pez espada, caballa gigante, pez aguja, reloj anaranjado ("orange roughy"), atún patudo o blanquillo del Golfo de México. Otros tipos de pescado, como el atún blanco, solo deben comerse una vez a la semana (no más de 4 onzas [113 gramos]).
- Come entre 8 y 12 onzas (226 a 340 gramos) por semana de pescado o marisco con niveles más bajos de mercurio. Las buenas opciones incluyen el camarón, el salmón salvaje, el abadejo, el atún ligero enlatado y el bagre.
- Bebe mucho líquido. Si tienes una enfermedad renal, cardíaca o hepática y tienes que restringir los líquidos, habla con tu médico antes de aumentar la cantidad de líquido que bebes.
- Reduce las bebidas que contengan cafeína, como el café, el té y las bebidas de cola.
- Toma un multivitamínico que contenga ácido fólico para ayudar a prevenir anomalías congénitas (de nacimiento). El cereal fortificado y el pan integral son buenas fuentes adicionales de ácido fólico.
- Aumenta el calcio en tu alimentación. Ingiere 4 o más porciones de leche y productos lácteos todos los días. Entre las buenas opciones se incluyen la leche, el yogur y el queso sin grasa o bajos en grasa. Si no puedes ingerir productos lácteos, puedes obtener el calcio de productos enriquecidos con calcio, como el jugo de naranja, la leche de soya y el tofu. Otras fuentes de calcio incluyen las verduras de hoja verde como el brócoli, la col rizada, las hojas de mostaza, las hojas de nabo, el bok choy y las coles de Bruselas.
- No comas huevos, carnes, aves, pescados ni mariscos crudos o poco cocidos. Calienta a 165°F (74°C) todos los embutidos, perros calientes, patés de carne refrigerados y mariscos ahumados refrigerados antes de comerlos. No comas ni bebas productos lácteos ni jugos de frutas crudos o sin pasteurizar. Lava bien todas las frutas y verduras. Cocina bien todos los brotes.
- No bebas leche cruda (sin pasteurizar) ni comas quesos hechos con leche cruda.
Estilo de vida
- No fumes. Si necesitas ayuda para dejar de fumar, habla con tu médico sobre programas y medicamentos para dejar de fumar. Estos pueden aumentar tus probabilidades de dejar el hábito para siempre.
- Descansa lo suficiente. Puedes sentirte muy cansada mientras estás embarazada.
- Haz por lo menos 30 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana. Caminar es una buena opción.
- No toques las heces de los gatos o las areneras. Y lávate las manos después de tocar carne cruda y cocina completamente toda la carne antes de comerla. Las heces de los gatos y la carne cruda o poco cocinada pueden causar una infección que podría dañar a tu bebé o provocar un aborto espontáneo.
- Evita las cosas que pueden hacer que tu cuerpo se acalore demasiado y que puedan ser perjudiciales para tu bebé, como una bañera de hidromasaje o una sauna. O habla con el médico antes de hacer algo que eleve la temperatura del cuerpo. El médico puede decirte si es seguro.
- Evita los gases de las sustancias químicas y de las pinturas, así como las sustancias tóxicas.
- No bebas alcohol, como cerveza, vino o bebidas alcohólicas de alta graduación. No uses drogas ilegales o marihuana.
Medicamentos
- Informa a tu médico sobre cualquier medicamento que tomes. Quizá sea necesario cambiar algunos de tus medicamentos de rutina para proteger al bebé.
- Para aliviar problemas menores, como dolores leves de cabeza o de espalda o fiebre leve con síntomas de resfriado, utiliza acetaminofén (Tylenol). No tomes antiinflamatorios no esteroideos (AINE), tales como ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve), a menos que tu médico te diga que puedes hacerlo.
- Sé prudente con los medicamentos. Toma tus medicamentos exactamente como te fueron recetados. Llama a tu médico si crees estar teniendo un problema con tus medicamentos.
Para controlar las náuseas matutinas
- Si sientes náuseas al levantarte, prueba a tomar un refrigerio pequeño (como galletas saladas) antes de salir de la cama. Date algún tiempo para digerir el refrigerio y sal de la cama lentamente.
- No te saltes las comidas ni pases muchas horas sin comer. Tener el estómago vacío puede empeorar las náuseas.
- Consume comidas pequeñas y frecuentes en lugar de tres comidas abundantes al día.
- Consume alimentos ricos en proteínas pero bajos en grasas.
- Si estás tomando suplementos de hierro, pregúntale a tu médico si son necesarios. El hierro puede empeorar las náuseas.
- Evita cualquier olor que te produzca náuseas, como el del café.
- Descansa mucho. Las náuseas matutinas pueden empeorar si estás cansada.
¿Cuándo debes pedir ayuda?
Llama al 911 en cualquier momento que consideres que necesitas atención de urgencia. Por ejemplo, llama si:
- Te desmayaste (perdiste el conocimiento).
- Tienes dolor repentino e intenso en el abdomen o la pelvis.
Llama a tu médico ahora mismo o busca atención médica inmediata si:
- Tienes sangrado vaginal intenso.
- Te sientes mareada o aturdida, o sientes que te vas a desmayar.
- Tienes un nuevo dolor en el abdomen o la pelvis.
- Tienes vómito que empeora o continúa a pesar de los tratamientos en el hogar.
- Tienes síntomas de una infección urinaria. Por ejemplo:
- Tienes sangre o pus en la orina.
- Tienes dolor de espalda, justo debajo de la caja torácica. A esto se le llama dolor en el flanco.
- Tienes fiebre, escalofríos o dolores en todo el cuerpo.
- Sientes dolor al orinar.
- Tienes dolor abdominal o en la ingle.
Presta especial atención a los cambios en tu salud y asegúrate de comunicarte con tu médico si:
- Tienes algún síntoma nuevo, como fiebre.
- Tienes flujo vaginal con olor desagradable.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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