Una ecografía de seno usa ondas sonoras para formar una imagen del seno. Una ecografía de seno puede mostrar todas las zonas del seno, incluida la zona más cercana a la pared torácica.
La ecografía de seno se usa con mayor frecuencia para examinar un bulto en el seno que se ha encontrado durante un autoexamen del seno, una exploración física o en una mamografía. La ecografía puede indicar si el bulto en el seno está lleno de líquido (un quiste) o si es sólido. Es posible que un bulto que no contiene líquido o que tiene líquido con partículas flotantes requiera más pruebas.
Una ecografía de seno no causa dolor. Se pasa suavemente sobre el seno un pequeño instrumento manual que se llama transductor. Una computadora convierte las ondas sonoras en una imagen que se muestra en una pantalla de televisión. La imagen se llama ecografía.
La ecografía de seno no usa rayos X ni otros tipos de radiación potencialmente perjudiciales.