Generalidades
La distensión en la espalda ocurre cuando estiras demasiado o fuerzas un músculo de la espalda. Puedes lesionarte la espalda en un accidente o cuando haces ejercicio o levantas algo.
La mayoría de las distensiones de espalda mejorarán con el tiempo. Puedes cuidarte en el hogar para ayudar a sanar tu espalda.
La atención de seguimiento es una parte clave de tu tratamiento y seguridad. Asegúrate de hacer y acudir a todas las citas, y llama a tu médico si estás teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes y mantener una lista de los medicamentos que tomas.
¿Cómo puedes cuidarte en el hogar?
- Trata de mantenerte tan activo como puedas, pero para o reduce cualquier actividad que cause dolor.
- Puedes intentar usar calor o hielo para ver si eso ayuda.
- Prueba a utilizar una almohadilla térmica a baja o media temperatura por entre 15 y 20 minutos cada 2 o 3 horas. Prueba a ducharte con agua tibia en lugar de una sesión con la almohadilla térmica. También puedes comprar envolturas calientes desechables ("heat wraps") que duran hasta 8 horas.
- También puedes probar con una compresa de hielo por 10 o 15 minutos cada 2 a 3 horas. Ponte un paño delgado entre la compresa fría y la piel.
- Toma los analgésicos exactamente según las indicaciones.
- Si el médico te recetó un analgésico, tómalo según las indicaciones.
- Si no estás tomando un analgésico recetado, pregúntale a tu médico si puedes tomar uno de venta libre.
- Trata de dormir de lado con una almohada entre las piernas. O coloca una almohada bajo las rodillas cuando te acuestes boca arriba. Estas medidas pueden aliviar el dolor en la parte baja de la espalda.
- Retoma tu nivel de actividad normal lentamente.
¿Cuándo debes pedir ayuda?
Llama al 911 en cualquier momento que consideres que necesitas atención de urgencia. Por ejemplo, llama si:
- Eres absolutamente incapaz de mover una pierna.
Llama a tu médico ahora mismo o busca atención médica inmediata si:
- Tienes síntomas nuevos o peores en las piernas, el abdomen o las nalgas. Los síntomas pueden incluir:
- Entumecimiento u hormigueo.
- Debilidad.
- Dolor.
- Pierdes el control de la vejiga o los intestinos.
Presta especial atención a los cambios en tu salud y asegúrate de comunicarte con tu médico si:
- Tienes fiebre, pierdes peso o no te sientes bien.
- No mejoras como se esperaba.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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