La espera vigilante es una estrategia de esperar y ver. La persona podría mejorar (o no empeorar) sin tratamiento. Y si la afección empeora, la persona y su médico decidirán qué hacer a continuación.
A veces, la espera vigilante significa que la persona no necesita comunicarse con su médico a menos que el problema empeore. Pero a menudo significa que la persona está siendo observada atentamente por su médico para ver si pudiera necesitarse un tratamiento. Durante este tiempo, pueden ser necesarias visitas al médico para controles y pruebas.
La duración de este período de espera está determinada por lo siguiente:
- La gravedad de los síntomas.
- La progresión del problema si no se lo trata.
- Los riesgos y los beneficios de esperar.
- La edad y los antecedentes de salud de la persona.