Conflicto entre padres e hijos: Instrucciones de cuidado

Generalidades

El conflicto entre padres e hijos es normal. Es parte de la vida familiar. Pero el conflicto que se prolonga mucho y empeora con el tiempo puede causar estrés y puede dañar las relaciones. Es importante comunicarse entre sí y encontrar una solución pacífica para el conflicto. Usted puede hacer esto haciendo concesiones o aceptando las diferencias.

En algunos casos, usted podría tener que modificar su conducta al llegar a un acuerdo con su hijo. Algunos de los comportamientos de su hijo podrían ser una reacción a su conducta. Por lo tanto, si usted quiere que su hijo se comporte de cierta manera, la mejor estrategia podría ser cambiar su conducta para que su hijo modifique su reacción.

Pero los niños deberían ser responsables por sus propias acciones, y los resultados. Todos los padres desean proteger a sus hijos. Pero en algunos casos, si el niño no corre peligro físico, puede ser mejor dejar que el niño se vea con las consecuencias negativas de las cosas que hace.

No importa qué otra cosa haga usted, comuníquese con su hijo y asegúrese de que sepa que usted lo ama. Esto puede facilitar lidiar con el conflicto y de manera más eficaz.

¿Cómo puede cuidar a su hijo en el hogar?

• Asegúrese de que su hijo entienda cuáles son sus límites y sea coherente con ellos. Es de igual importancia cumplir con lo que debe ocurrir si su hijo excede estos límites.
• Hable con su hijo. Ayude a que su hijo aprenda que a veces está bien enojarse y que existen maneras saludables de superar ese enojo.
• Preste atención a su hijo y escúchelo. Los hijos están más predispuestos a escuchar si se les muestra respeto.
• Explique su perspectiva del conflicto con calma y claridad. Asegúrese de que su hijo comprenda por qué tiene usted un problema con el modo en que se comporta su hijo.
• Llegue a un acuerdo con su hijo. Es difícil llegar a una solución pacífica si nadie está dispuesto a ceder. Recuerde que lo esencial es resolver el conflicto, no ganar la discusión.
• Colabore con su hijo para decidir cuál es la mejor solución al conflicto. Proponga todas las ideas que pueda. Asegúrese de que tanto su hijo como usted sigan la solución que elijan.
• Deje que su hijo sea responsable por su conducta. Puede ser difícil ver a su hijo sufrir las consecuencias de sus acciones. Pero así es cómo los niños aprenden que las cosas que hacen provocan otras cosas y, a veces, estas son cosas malas.
• Haga juegos y actividades con su hijo donde sea provechoso jugar con otros. Por ejemplo, un niño puede aprender mucho sobre "causa y efecto" al hacer rodar una pelota hacia alguien y que esa persona se la devuelva.
• Enséñele a su hijo que las acciones de compartir y dar y recibir permiten que ambas personas ganen. Por ejemplo, haga que un niño divida un refrigerio y que el otro escoja primero, o que uno sugiera dos juegos y el otro escoja cuál jugar.
• Pruebe a usar un "tiempo muerto" para detener la conducta agresiva. El tiempo muerto significa que usted retira a su hijo de una situación estresante por un breve período de tiempo.
  • El tiempo muerto funciona si ocurre inmediatamente después del comportamiento. No lo deje para más tarde ni para otro día.
  • Funciona mejor cuando su hijo tiene la edad suficiente como para entender. Esto suele comenzar alrededor de los tres años de edad.
  • Cuando pone a su hijo en el tiempo muerto, no lo haga enojado. Esté calmado y sea firme.
• Hable con su médico acerca de clases de educación para padres o libros útiles sobre el comportamiento infantil.
• Hable con otros padres sobre las maneras de afrontar los problemas de comportamiento.