Una reacción alérgica grave puede presentarse con rapidez y puede ser mortal.
Aplicarle a su hijo una inyección de epinefrina puede desacelerar o incluso detener una reacción alérgica.
Por eso es importante llevar consigo en todo momento una inyección de epinefrina y saber cómo usarla.
Podría salvarle la vida a su hijo algún día.
En primer lugar, asegúrese de que sabe qué extremo del inyector es la punta y cuál es la parte superior.
Sujete el inyector en el puño con la punta apuntando hacia abajo y no toque la punta.
Luego, retire la tapa de la parte superior con la otra mano.
Es mejor inyectar la piel desnuda, pero puede hacerlo a través de la ropa si es necesario.
Sostenga la punta del inyector cerca del muslo de su hijo.
Luego, inyecte la punta firmemente en el muslo de su hijo.
Es importante que el inyector entre derecho en la piel en un ángulo de 90 grados respecto del muslo.
Mantenga el inyector en el muslo durante 10 segundos, y la inyección está entonces completa.
No intente volver a usar el inyector.
Extraiga el inyector y coloque la mano en la zona de la piel por la que entró el medicamento.
Frote la zona por unos 10 segundos.
Finalmente, coloque el inyector usado, con el extremo de la aguja primero, en el tubo de almacenamiento.
Vuelva a colocar la tapa en el tubo. No trate de doblar la aguja.
Llame al 911, y mantenga consigo el inyector usado.