El citomegalovirus (CMV) es un tipo común de virus herpes que puede causar fiebre, escalofríos, dolor de garganta, glándulas hinchadas, dolores por todo el cuerpo y fatiga. Los síntomas son similares a los de una infección viral de Epstein-Barr, que es la causa primaria de la mononucleosis.
El CMV puede propagarse a través de la saliva, los productos de la sangre infectados y el contacto sexual con una persona infectada.
Normalmente, las personas saludables tienen pocos síntomas, si los tienen. Pero la enfermedad puede ser mucho más grave en personas que tienen el sistema inmunitario deteriorado (como las personas que tienen cáncer o SIDA). Además, un bebé puede contraer CMV a través de la madre durante el embarazo o por entrar en contacto con los líquidos corporales de ella durante el parto. Esto puede provocar una lesión cerebral grave y otros problemas de salud.