La cistoscopia es una prueba para observar el revestimiento interno de la vejiga y el conducto de la vejiga al exterior del cuerpo (uretra). El cistoscopio es un instrumento de observación delgado e iluminado que se introduce en la uretra y se lo desplaza a la vejiga.
En una cistoscopia se puede detectar la presencia de cálculos, tumores, sangrado e infección. En una cistoscopia se pueden ver zonas de la vejiga y la uretra que no suelen verse bien en las radiografías. A través del cistoscopio se pueden introducir instrumentos quirúrgicos diminutos para extraer muestras de tejido (biopsia) o muestras de orina.
La cistoscopia también puede usarse para tratar algunos problemas de la vejiga, por ejemplo, extraer cálculos pequeños de la vejiga y algunas excrecencias pequeñas.