El choque es una afección que puede ser mortal. La atención médica inmediata puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Los adultos y los niños de más edad suelen tener varios síntomas de choque, que incluyen:
- Desmayarse (perder el conocimiento).
- Sentirse muy mareados o aturdidos, como si fueran a desmayarse.
- Sentirse muy débiles o tener problemas para estar de pie.
- Estar menos alerta o no poder pensar con claridad. Es posible que se sientan confusos, inquietos, temerosos o que no puedan responder preguntas.
Además, una persona que sufre un choque suele tener un aumento anormal en la frecuencia cardíaca y una disminución anormal en la presión arterial.
El choque puede producirse como respuesta a una enfermedad o lesión repentinas. Cuando el cuerpo pierde demasiada sangre o líquidos, no llega suficiente sangre al sistema circulatorio para irrigar los órganos vitales, y se produce el choque.
El choque es una afección potencialmente mortal. Se requiere atención médica inmediata siempre que se sospeche de un choque.
- Llame al 911 o a otros servicios de emergencia.
- Haga que la persona se acueste. Si hay una lesión en la cabeza, el cuello o el pecho, mantenga horizontales las piernas. De otro modo, elévele las piernas por lo menos 12 pulgadas (32 cm).
- Si la persona vomita, gírela hacia un lado para permitir que los líquidos salgan de la boca. Tenga cuidado si puede haber una lesión en la espalda o el cuello.
- Detenga cualquier sangrado y entablille cualquier hueso fracturado.
- Mantenga a la persona abrigada, pero no calurosa. Coloque una manta debajo de la persona y cúbrala con una sábana o una manta, según el clima. Si la persona está en un lugar caluroso, trate de mantenerla fresca.
- Tómele el pulso a la persona en caso de que el personal médico al teléfono necesite saber su pulso. Tómeselo de nuevo si cambia el estado de la persona.
- Intente mantener a la persona calmada.