La bursitis es la inflamación de una bolsa. Una bolsa es un pequeño saco de líquido que amortigua y lubrica una zona en la que los tejidos, incluidos huesos, tendones, ligamentos, músculos o piel, rozan unos contra los otros. Las bolsas se encuentran por todo el cuerpo, dentro de y sobre las articulaciones y otros lugares que corren el riesgo de roce o presión.
La bursitis puede ser causada por presión prolongada o repetida sobre una bolsa o por actividades que requieren torsión repetida o movimiento rápido de una articulación. También puede ser causada por trauma o infección o por enfermedades generalizadas como la artritis. Los síntomas de bursitis pueden incluir:
- Dolor, especialmente al mover o presionar la bolsa en cuestión.
- Hinchazón causada por el aumento de líquido dentro de la bolsa.
- Enrojecimiento y calor.
La bursitis frecuentemente se puede tratar en el hogar descansando, aplicando hielo o compresas frías en la zona afectada y evitando las actividades que irriten la zona o causen dolor. Si la zona está caliente y enrojecida, es posible que haya infección. Esto requiere una evaluación médica.
La bursitis traumática es sangrado en una bolsa causado por un golpe directo en la bolsa.
La bursitis séptica es la infección de una bolsa, que a veces ocurre como resultado de bursitis traumática. La bursitis séptica requiere tratamiento médico. Esto puede incluir cirugía y hospitalización para recibir terapia intravenosa (IV) con antibióticos.