El asma alérgica es una reacción excesiva del sistema inmunitario a una sustancia (alérgeno), lo cual provoca síntomas de un ataque de asma: dificultad para respirar, respiración sibilante (con silbidos), opresión en el pecho y tos. Los alérgenos que pueden causar un ataque de asma alérgica incluyen el polen, el moho, la caspa de los animales, los ácaros del polvo, las cucarachas y determinadas sustancias químicas.
Los ataques pueden suceder desde algunos minutos hasta una hora después de la exposición a un alérgeno o incluso de 4 a 12 horas más tarde. Controlar la exposición de una persona a las sustancias que desencadenan ataques de asma alérgica podría prevenir los ataques o ayudar a hacerlos menos graves. Además, existen medicamentos para ayudar a reducir la reacción al alérgeno.