Aprende sobre los trastornos de la alimentación en adolescentes

Un trastorno de la alimentación es una afección que hace que algunas personas tengan pensamientos y comportamientos poco saludables sobre la comida y la imagen corporal. Las personas con trastornos de la alimentación suelen basar en gran medida cómo se sienten acerca de sí mismas en cuánto pesan y en su aspecto.

Los trastornos de la alimentación más comunes son:

• Anorexia. Las personas con esta afección limitan mucho la cantidad de alimentos que comen. Pueden tener un peso corporal muy bajo para su edad, estatura y sexo.
• Bulimia. Las personas con esta afección comen una gran cantidad de comida en poco tiempo. Luego hacen algo para eliminar la comida, como provocarse el vómito, para no aumentar de peso.
• Trastorno alimentario compulsivo, o comer en exceso de forma compulsiva. Las personas con esta afección comen una gran cantidad de comida en un corto período de tiempo. Lo hacen de forma regular durante varios meses.

Las personas que tienen un trastorno de la alimentación a menudo niegan rotundamente que tienen uno. No ven ni creen que lo tienen. Estos son algunos síntomas comunes en los siguientes tipos de trastornos de la alimentación.

Las personas que tienen anorexia pueden:

• Tener un peso corporal muy bajo para su edad, estatura y sexo.
• Tener mucho miedo de subir de peso.
• Tener una opinión negativa y falsa sobre su aspecto.
• Limitar estrictamente la cantidad de lo que comen.

Las personas que tienen bulimia pueden:

• Comer una gran cantidad de comida en un corto período de tiempo (lo que se llama atracón), a menudo en un par de horas o menos, de forma regular.
• Sentirse descontroladas y como si no pudieran dejar de comer durante un atracón.
• Hacer algo para evitar el aumento de peso. Pueden provocarse el vómito o abusar de laxantes, enemas, diuréticos u otros medicamentos para deshacerse de la comida (purgarse). O pueden hacer ejercicio muy intenso o durante mucho tiempo o no comer (ayunar).
• Basar en gran medida cómo se sienten sobre sí mismas en cuánto pesan.

Las personas con trastorno alimentario compulsivo pueden:

• Comer una gran cantidad de comida en un corto período de tiempo, a menudo en un par de horas o menos, de forma regular.
• Sentir que no pueden dejar de comer y comer tanto que se sienten terriblemente llenas.
• Comer una gran cantidad de comida y pueden subir de peso.
• Sentirse desconsoladas, molestas, culpables o deprimidas después de un atracón.
• Comer solas, porque se avergüenzan de cuánto comen.

El tratamiento para trastornos de la alimentación incluye asesoría psicológica y a veces medicamentos. Algunas personas usan ambos. El tratamiento también puede incluir la colaboración con un médico.

• Terapia cognitivo-conductual. Esta puede ayudar a una persona que tiene un trastorno de la alimentación a cambiar el modo en que piensa sobre la comida y el modo en que ve su cuerpo. Y puede ayudarla a manejar los sentimientos o situaciones que pueden haber provocado su trastorno de la alimentación. A veces los integrantes de la familia intervienen en la terapia para poder aprender maneras de apoyar la recuperación de la persona.
• Asesoramiento nutricional. Un dietista puede ayudar a una persona a recuperar y mantener un peso saludable y a aprender hábitos alimentarios saludables.
• Medicamentos. Los más comunes son antidepresivos. Pueden ayudar a reducir episodios de atracones y de purgas. También pueden ayudar con otras afecciones, como la ansiedad y la depresión.
• Un médico. Tratará las afecciones médicas causadas por un trastorno de la alimentación, como problemas cardíacos o depresión.

Un trastorno de la alimentación puede tardar mucho tiempo en superarse. Muchas personas sufren altibajos. Intenta pensar en el tratamiento como un proceso continuo.

Si crees que padeces un trastorno de la alimentación, busca ayuda. Algunos trastornos de la alimentación, como la anorexia, deben tratarse en un hospital o en una clínica hospitalaria. Si no se tratan, los trastornos de la alimentación pueden causar graves problemas de salud. El tratamiento puede ayudarte a sentirte mejor y a estar más sano. Si crees que un amigo o un familiar padece un trastorno de la alimentación, díselo a alguien que pueda marcar la diferencia. Podría ser un padre, una madre, un profesor, un consejero o el médico.

La atención de seguimiento es una parte clave de tu tratamiento y seguridad. Asegúrate de hacer y acudir a todas las citas y llama al médico si estás teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de las pruebas y mantener una lista de los medicamentos que tomas.