¿Qué es un dispositivo de acceso vascular central?
Un dispositivo de acceso vascular central (CVAD, por sus siglas en inglés) es un tubo delgado y flexible. También se conoce como vía central. Se utiliza cuando su hijo necesita recibir medicamentos, líquidos, nutrientes o productos sanguíneos durante varias semanas o más tiempo. Los líquidos se administran a través del CVAD para que lleguen rápidamente al torrente sanguíneo de su hijo. La misma vía puede usarse durante un tiempo, de manera que no es necesario pinchar a su hijo con una aguja cada vez.
El punto por donde sale de la piel se conoce como sitio de salida. Por lo general, unas 12 pulgadas (30.5 cm) de la vía permanecen fuera del cuerpo. Pero, a veces, la vía está completamente por debajo de la piel. La vía puede tener dos o tres extremos para que su hijo pueda recibir más de un medicamento a la vez. Estos extremos se llaman luces. El extremo de cada luz está cubierto por una tapa.
¿Cuáles son algunos consejos para mantenerse seguro con un dispositivo de acceso vascular central?
- Lávese siempre las manos antes de tocar la vía central de su hijo.
- Revise la piel cerca de la vía central todos los días para detectar señales de infección.
Estas señales incluyen dolor, sensibilidad al tacto, hinchazón, secreción, pus, enrojecimiento o aumento de la temperatura en el sitio de salida o cerca de este.
- Asegúrese de que su hijo no se moje el sitio de salida.
Cuando su hijo se duche, cubra el sitio con algo impermeable, como una envoltura plástica. Asegúrese de cubrir tanto el sitio de salida como el tapón (o tapones) de la vía central.
- Si la vía central de su hijo tiene una abrazadera, manténgala sujetada con esta cuando su hijo no la esté usando.
- Fije o sujete con cinta adhesiva la vía central al cuerpo de su hijo para evitar que se jale o quede colgando.
Recuérdele a su hijo que no juegue con la vía ni toque el extremo abierto de la vía cuando tenga quitado el tapón. Es posible que deba repetir el recordatorio varias veces.
- Nunca use tijeras, cuchillos, alfileres ni otros objetos filosos cerca de la vía central u otros tubos.
- Evite prendas de vestir que rocen o jalen la vía central.
- Evite doblar o pellizcar la vía central.
¿Cómo se cambia el vendaje?
Es importante mantener seca la vía central de su hijo durante las primeras 72 horas después de colocarla. No deje que su hijo haga ejercicio hasta que el médico le diga que puede hacerlo.
Si su hijo tiene un vendaje de gasa, cámbielo cada 48 horas. Si es un vendaje de plástico transparente, cámbielo cada 5 días. También cambie el vendaje si está húmedo, suelto, sucio o tiene sangre. El médico puede darle más instrucciones sobre cuándo cambiar el vendaje.
Asegúrese de tener listos todos los suministros. Estos incluyen cinta quirúrgica adhesiva, una mascarilla quirúrgica, guantes médicos, el vendaje, un aplicador e hisopos de algodón para proteger la piel. Los nombres y las marcas de los artículos varían. El médico o la enfermera puede darle instrucciones específicas para cambiar el vendaje.
- Lávese las manos con agua y jabón durante 15 a 30 segundos.
Séqueselas con toallitas de papel.
- Colóquese la mascarilla quirúrgica.
- Afloje y retire el vendaje anterior.
Despegue el vendaje en dirección a la vía central, no en dirección contraria. Si no puede quitarlo con facilidad, es posible que necesite un producto para eliminar el material adhesivo.
- Revise la zona con cuidado.
Vea si hay enrojecimiento, hinchazón, secreción, sensibilidad al tacto o aumento de la temperatura. Si nota cualquiera de estas cosas, llame al médico.
- Lávese las manos de nuevo y póngase los guantes médicos.
- Limpie la zona.
Use el aplicador que le dio el médico, o use alcohol e hisopos. Limpie con movimientos hacia arriba y hacia abajo, o bien de lado a lado. Cuando haya terminado, deje secar la zona durante unos 30 segundos.
- Limpie los bordes de la zona que ha limpiado con el protector cutáneo.
- Cubra la zona.
Tome la gasa o retire el dorso del vendaje que le dio el médico. Colóquelo sobre la zona.
- Adhiera la vía central a la piel de su hijo para que no cuelgue ni tire.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame al 911 en cualquier momento que considere que su hijo necesita atención de urgencia. Por ejemplo, llame si:
- Su hijo se desmaya (pierde el conocimiento).
- Su hijo tiene dificultad para respirar.
- Su hijo tiene dolor en el pecho, le falta el aire o tose sangre.
Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Su hijo tiene señales de infección, tales como:
- Aumento del dolor, la hinchazón, la temperatura o el enrojecimiento.
- Vetas rojizas que comienzan en el sitio de salida.
- Pus o sangre que salen del sitio de salida.
- Fiebre.
- Hay una pérdida en la vía central de su hijo.
- Usted nota resistencia cuando inyecta medicamentos o líquidos en la vía de su hijo.
- La vía central de su hijo no está en su lugar. Esto puede suceder después de toser o vomitar con fuerza, o si usted o su hijo tiran de la vía central.
Preste especial atención a los cambios en la salud de su hijo y asegúrese de comunicarse con su médico si:
- Tiene alguna inquietud sobre la vía central de su hijo.
La atención de seguimiento es una parte clave del tratamiento y la seguridad de su hijo. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si su hijo está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes de su hijo y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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