Aprenda acerca de una fractura del cartílago de crecimiento en niños

¿Qué es una fractura del cartílago de crecimiento?

Una fractura del cartílago de crecimiento es una rotura que atraviesa el cartílago de crecimiento en un hueso largo de un niño, como, por ejemplo, el hueso del muslo (fémur). Los brazos, la parte baja de las piernas y los dedos también tienen huesos largos. Los cartílagos de crecimiento se encuentran en ambos extremos de un hueso largo. Este tipo de fractura también se conoce como fractura de Salter-Harris.

Una fractura del cartílago de crecimiento es importante porque los huesos de un niño aún están creciendo. Una fractura que atraviesa el cartílago de crecimiento puede afectar el desarrollo de ese hueso. El tratamiento puede ayudar a que el hueso roto sane correctamente y ayudar a que continúe creciendo al mismo ritmo que otros huesos.

¿Qué puede causarla?

Una caída o una colisión suele ser la causa de una fractura del cartílago de crecimiento. Por ejemplo, puede ocurrir por caerse de una patineta o chocar contra otro jugador durante un partido. Hasta que un niño deja de crecer, los cartílagos de crecimiento son bastante débiles y propensos a dañarse. De modo que estas clases de fracturas son comunes.

¿Cómo se diagnostica?

El médico preguntará sobre los síntomas de su hijo y sobre cómo ocurrió la lesión y realizará un examen físico. Pueden hacerle a su hijo un estudio por imágenes, como una radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.

¿Cómo se trata una fractura del cartílago de crecimiento?

El tratamiento dependerá de la gravedad de la fractura y de su ubicación.

El médico de su hijo puede haberle colocado al hueso roto una férula o un yeso. Esto permitirá que sane o lo mantendrá estable hasta que su hijo visite a otro médico. La fractura ósea de su hijo puede tardar semanas o meses en sanar.

Es posible que su hijo solo necesite un yeso o una férula. Algunas fracturas pueden requerir cirugía para enderezar el hueso o mantenerlo en su lugar.

El tratamiento puede incluir visitas de seguimiento adicionales para que el médico pueda confirmar que el hueso está creciendo como debería.