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Aspectos generales
NOTA: No se cuenta con investigación nueva sobre este tema o las publicaciones recientes son deficientes y no conviene incluirlas en este resumen, por lo tanto, la información que contiene ya no se actualiza y se ofrece solo con fines de consulta
En este resumen de información sobre el cáncer se describe el uso de los antineoplastones como tratamiento para las personas con cáncer. El resumen incluye una historia breve de los antecedentes del desarrollo de los antineoplastones; una revisión de los estudios de laboratorio, con animales y seres humanos; y los posibles efectos secundarios relacionados con su uso.
Este resumen contiene la siguiente información clave:
- Los antineoplastones son fármacos que contienen compuestos químicos presentes de modo natural en la orina y la sangre. Se utilizan en un tratamiento experimental del cáncer que pretende proporcionar una sustancia bioquímica natural que se excreta, y que está ausente en las personas con cáncer.
- Los antineoplastones se propusieron por primera vez como un posible tratamiento del cáncer en 1976.
- En un principio, los antineoplastones se obtuvieron por aislamiento a partir de la orina humana, pero ahora se sintetizan en los laboratorios de su descubridor a partir de sustancias químicas de amplia disponibilidad.
- La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos no ha aprobado los antineoplastones para la prevención o el tratamiento de ninguna enfermedad.
- No se ha publicado ningún ensayo clínico controlado aleatorizado en la bibliografía científica con revisión externa que demuestre la eficacia de los antineoplastones.
- Los efectos secundarios de los antineoplastones incluyen la toxicidad neurológica grave.
- En el instituto del autor de este tratamiento se encuentran en marcha ensayos clínicos no aleatorizados en los que se investiga la eficacia de los antineoplastones contra el cáncer.
Muchos de los términos médicos y científicos en este resumen tienen un enlace al Diccionario de cáncer del NCI la primera vez que se usan en cada sección. Este diccionario se orienta a personas sin conocimientos especializados. Al pulsar sobre un término con un enlace, aparece la definición en una ventana separada.
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Información general
Los antineoplastones forman parte de un tratamiento experimental para el cáncer establecido por S.R. Burzynski, MD, PhD. Desde el punto de vista químico, los antineoplastones son una mezcla de derivados de aminoácidos, péptidos y de aminoácidos presentes en la sangre y la orina humanas.[1,2,3,4] En un principio, Burzynski aisló los antineoplastones en la sangre humana y luego encontró los mismos péptidos en la orina. A partir de entonces se empleó la orina por ser menos costosa y más fácil de obtener. Desde 1980, los antineoplastones se sintetizan en el Instituto de Investigación Burzynski a partir de sustancias químicas de venta comercial.[2,4]
Según Burzynski, los antineoplastones forman parte de un sistema de vigilancia bioquímica del cuerpo y funcionan como "interruptores moleculares". Para él, la diferenciación celular es la clave para el tratamiento del cáncer. En el orden molecular, es necesario que las células anormales que podrían volverse cancerosas se "restauren" a su estado normal. Los antineoplastones constituyen un sistema de vigilancia que encauza las células cancerosas hacia los canales normales de diferenciación. De acuerdo con las declaraciones publicadas por Burzynski, las personas con cáncer carecen de este sistema de vigilancia porque no cuentan con una provisión adecuada de antineoplastones.[1,2,3]
La noción de controlar el crecimiento del tumor a través de un mecanismo bioquímico natural en el cuerpo que encauce las células cancerosas por los canales normales de diferenciación es uno de los fundamentos teóricos del tratamiento con antineoplastones. En un organismo complejo como el cuerpo humano, las células se diferencian de manera continua. Es posible que surjan grupos de células anormales debido a la influencia de factores carcinogénicos externos o del interior del cuerpo. Si el cuerpo no posee un mecanismo para controlar estas células anormales, el organismo no vivirá mucho tiempo. Burzynski propuso que los componentes del cuerpo que corrigen los problemas de diferenciación de las células anormales y las envía hacia las vías normales se denominaran "antineoplastones".[2]
El autor de esta teoría define los antineoplastones como "sustancias que el organismo produce y que lo protegen contra la formación de crecimientos neoplásicos mediante un proceso que no es de origen inmunitario y que no inhibe de manera importante el crecimiento de tejidos normales".[2]
Burzynski originalmente formuló la hipótesis de la existencia de los antineoplastones al aplicar la teoría cibernética de intercambio de información en los sistemas autónomos al estudio de los péptidos en la sangre.[2] La célula viviente es un sistema cibernético autónomo que se conecta con el entorno y recibe información de este mediante una vía energética y una vía informática. Se postuló que un regulador dentro de este sistema controlaría la transferencia de información y el gasto de energía. Se consideraba que los péptidos servían de portadores de información en el cuerpo. Bajo la hipótesis de que los péptidos transportaban a las células información sobre la diferenciación, el autor comenzó a buscar péptidos que pudieran corregir la diferenciación anormal en la sangre de los pacientes de cáncer.[1,2,3,5]
Para iniciar la búsqueda de antineoplastones, el autor utilizó sangre humana para separar y extraer los péptidos que encontraba. Luego, descubrió que las mismas fracciones de péptidos existían en la orina humana. Cada fracción de péptidos se probó in vitro contra varias líneas celulares normales y neoplásicas para evaluar sus efectos en la síntesis y replicación del ADN. Las fracciones que tuvieron muy poco o ningún efecto inhibitorio en las células normales pero que mostraban un efecto inhibitorio sustancial en las líneas celulares neoplásicas se separaron en dos clases: las eficaces contra una línea celular específica y las activas contra un espectro amplio de líneas celulares neoplásicas. El grupo que mostró un espectro amplio de actividad se denominó "antineoplastones A". Las fracciones de péptidos con actividad antineoplásica específica no se investigaron con posterioridad.[2]
El antineoplastón A se purificó más y a partir de este se produjeron los antineoplastones A1, A2, A3, A4 y A5. Estas mezclas de 7 a 13 péptidos se patentaron en 1985.[6] Para los antineoplastones A1 a A5, se llevaron a cabo estudios de cultivos de tejido in vitro y estudios de toxicidad en modelos animales in vivo. De acuerdo con el descubridor, cada fracción tenía un grado más alto de actividad antitumoral y un grado menor de toxicidad que el antineoplastón A.[2]
En los ensayos de fase l de este grupo de antineoplastones en pacientes con distintos cánceres avanzados, se observó que los antineoplastones A2 contribuyeron a la mejor tasa de respuesta; motivo por el cual se seleccionaron para estudios posteriores.[2]
Se observó que el compuesto activo en los antineoplastones A2 era 3-fenilacetilamino-2,6-piperinediona, y se los denominó antineoplastones A10.[7] A partir de los antineoplastones A10 se derivaron otros tres compuestos:
- AS2-5, que es una fenilacetilglutamina (PAG).
- AS2-1, que es una mezcla de ácido fenilacético (PA) y PAG en una proporción de 4:1.
- A5, que es PA y un ácido graso aromático.
Tras llevar a cabo estudios adicionales, se agregaron a este grupo los antineoplastones A3, A4, A10-1 y AS5.[2,3,4]
Ninguno de los estudios notificados se sometió a análisis independientes para determinar qué aminoácidos contenían los antineoplastones utilizados.
Los antineoplastones se administran a través de distintos métodos. El antineoplastón A se ha administrado por vía intravenosa, intramuscular, rectal, tópica, intrapleural y mediante instilación en la vejiga.[8] En la actualidad, los antineoplastones A10, AS2-5, AS2-1, A2, A3, y A5 se administran por vía oral o inyectable.[8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,20]
En las publicaciones médicas, se criticó tanto al tratamiento con antineoplastones como a Burzynski.[4] Una de las críticas principales al trabajo de Burzynski es que, si bien postuló la teoría de que los péptidos inducen la diferenciación celular, no hay pruebas publicadas de que haya comprobado esta hipótesis mediante experimentos que demuestren que los péptidos portadores de información normalizan a las células cancerosas. Aunque en algunos artículos se intenta demostrar que los antineoplastones (en particular, el antineoplastón A10) podrían unirse al ADN en ciertos sitios, se trata de una extrapolación de modelos tridimensionales de ADN y A10 que, en realidad, no demuestra que esta unión se materialice.[21,22,23]
Otras críticas se refieren a la forma de los antineoplastones. Si bien la fracción activa del antineoplastón A10 es insoluble en soluciones acuosas, Burzynski ha indicado que se haya presente en los líquidos corporales.[4]
Los antineoplastones AS2-5 y AS2-1 son derivados del antineoplastón A10. El antineoplastón AS2-5 es una PAG y el AS2-1 es una mezcla de PA y PAG en una proporción de 4:1. Ya que es un ácido fuerte, un PA exhibiría citotoxicidad in vitro si se hallara en una concentración suficientemente elevada pero no en la forma neutralizada.[4]
El componente activo del antineoplastón A10 es 3-fenilacetilamino-2,6-piperidinediona. Los reactivos necesarios para la síntesis de este compuesto de antineoplastón se obtienen con gran facilidad en cualquier compañía de suministro de productos químicos del mundo.[24] Burzynski conserva la patente de los compuestos de antineoplastones y de la utilización de los mismos cuando se administran con un propósito farmacéutico para inhibir la proliferación de células neoplásicas.[6,25]
A fin de llevar a cabo una investigación clínica sobre un fármaco en los Estados Unidos, los investigadores deben presentar una solicitud ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para un fármaco en fase de investigación clínica (IND). Este proceso es confidencial y el solicitante es el único que puede divulgar la existencia de la solicitud de IND.
A pesar de que se han propuesto varios mecanismos de acción posibles, así como teorías sobre la actividad de los antineoplastones, en particular, sobre el antineoplastón A10, ninguna de estas teorías se ha demostrado de manera concluyente.
En un mecanismo teórico de acción, se propone que el antineoplastón A10 en particular, es capaz de intercalarse con el ADN en pares de bases específicas y que, por lo tanto, podría interferir con la unión de los carcinógenos a la hélice del ADN. Es posible que este entrelazamiento de A10 en la hélice del ADN sea capaz de interferir en la multiplicación, transcripción o traducción del ADN.[21,23] Aunque la teoría se fundamenta en la manipulación de modelos moleculares del ADN y del A10, no hay pruebas de que esta molécula sea real ni pruebas de las supuestas propiedades en la bibliografía médica.
Otro mecanismo teórico de acción se fundamenta en las similitudes estructurales entre el antineoplastón A10 y otros fármacos experimentales contra el cáncer, como la carmustina y el 5-cinamoil-6-aminouracilo. Se ha propuesto que el A10 se une a la cromatina y que, por lo tanto, se relaciona con otros antineoplásicos, como la doxorrubicina que interactúa directamente con el ADN.[21,26,27]
En el orden celular, se propusieron otros dos mecanismos de acción para explicar la inhibición del crecimiento tumoral. Una de las teorías incorpora la actividad del PAG, un componente de algunos antineoplastones. El PAG parece competir con la glutamina para acceder al transportador membranario de este aminoácido y podría inhibir la incorporación de la glutamina en las proteínas de las células neoplásicas. Debido a que la glutamina es esencial para la transición del ciclo celular de la fase G1 a la fase S donde se replica el ADN, los antineoplastones podrían detener el avance del ciclo celular e impedir la división celular.[28] En otra teoría, se propone que el ácido fenilacético, también un componente de varios antineoplastones, inhibe la metilación de los ácidos nucleicos en las células cancerosas. La hipometilación del ADN en las células cancerosas quizás lleve a una diferenciación terminal y a la prevención del crecimiento o progresión de un tumor.[28] En un estudio in vitro, en el que se expusieron células de cáncer de colon humano a concentraciones altas del antineoplastón AS2-1, se notificó la normalización de la hipermetilación en la región promotora de varios genes oncosupresores, que están silenciados en el cáncer de colon.[29] Sin embargo, este efecto se notó en una concentración de 2 mg /ml del AS2-1, que es alrededor de cuatro veces más alta que la media de la concentración en estado de equilibrio notificada antes en pacientes de cáncer tratados con el AS2-1;[20] en consecuencia, la importancia clínica de estos hallazgos es cuestionable.
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Antecedentes
Según se destaca en la sección sobre información general, como resultado de sus estudios sobre los sistemas cibernéticos y las teorías informáticas, Burzynski propuso por primera vez en 1976 que los antineoplastones son una defensa bioquímica contra el cáncer que ocurre de forma natural. La búsqueda de péptidos portadores de información en los líquidos corporales lo llevó a separar los péptidos de la sangre humana y, luego, de la orina humana. Llamó a estas sustancias antineoplastones y las clasificó de acuerdo con su potencial anticancerígeno específico o general. En 1980, Burzynski caracterizó las estructuras químicas de los antineoplastones y comenzó a prepararlos de manera sintética en vez de aislarlos de la orina humana. Las preparaciones que se usan en la actualidad en estudios clínicos de tratamiento del cáncer son los antineoplastones A10, AS2-5, AS2-1, A2, A3 y A5.
De 1991 a 1995, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) inició ensayos clínicos de fase ll con los antineoplastones A10 y AS2-1. Un grupo de investigadores de varios centros oncológicos, con revisión y aportaciones tanto de Burzynski como del NCI diseñaron los protocolos originales de dos ensayos clínicos de fase ll. La Oficina de Medicina Alternativa de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), que ahora se conoce como el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (NCCIH), financió los ensayos. En 1993, tres centros (el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, la Mayo Clinic y el Warren Grant Magnuson Clinical Center en los NIH) comenzaron la inscripción de pacientes en estos estudios patrocinados por el NCI. Sin embargo, para agosto de 1995, solo se habían inscrito nueve pacientes en los ensayos. A pesar de los esfuerzos del promotor, el NCI y los investigadores para coincidir en los cambios propuestos y aumentar la inclusión de pacientes y las dosis, no lograron llegar a un acuerdo y los estudios se cerraron antes de tiempo en agosto de 1995.[1,2]
Burzynski y los investigadores en Japón han notificado sobre varias series de casos con distintos resultados del uso de antineoplastones como tratamiento clínico de algunos tipos de cáncer, solos o combinados con quimioterapia estándar.[3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14] Estos estudios se describen con más detalle en la sección de este resumen sobre Estudios clínicos con seres humanos. La mayoría de estos estudios fueron ensayos de fase l o sus equivalentes; por lo tanto, el único objetivo de estos ensayos fue comprobar la inocuidad.
Otros usos de los antineoplastones propuestos por Burzynski incluyen el tratamiento de afecciones como la enfermedad de Parkinson, anemia de células falciformes y talasemia.[15]
Referencias:
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Estudios preclínicos de laboratorio o con animales
Para evaluar la eficacia de los antineoplastones como antineoplásicos, se han llevado a cabo estudios in vitro con una variedad de líneas celulares humanas. Burzynski indica que el antineoplastón A es propio de una especie determinada porque no tuvo efecto terapéutico cuando la preparación para seres humanos se probó en los tumores de animales. Si bien este hallazgo limita la utilidad de las pruebas en modelos animales, Burzynski indicó que se produjo un efecto terapéutico "notable" en un xenoinjerto con tejido tumoral humano.[1] Esta afirmación solo se refiere al antineoplastón A. No se han probado otras formulaciones de antineoplastones en modelos animales.
Un equipo de científicos japoneses realizó estudios in vitro en antineoplastones A10 y AS2-1 para inhibir la proliferación celular y la progresión en varias líneas de células hepatocelulares humanas.[2,3] Las pruebas se realizaron de una manera dependiente de las dosis en concentraciones que variaron de 0,5 a 8 µg /ml para los A10 y AS2-1; en general, se observó inhibición de la proliferación celular con las dosis de 6 a 8 µg/ml. Estas dosis se consideran excesivamente altas y, por lo general, son inactivas. La inhibición de la proliferación de una de las líneas celulares (KIM-1) se observó en concentraciones bajas de una mezcla de cisplatino de (CDDP) y A10, pero es probable que este resultado se deba al efecto del cisplatino, cuya eficacia en monoterapia se comprobó en concentraciones de 0,5 a 2,0 μg/ml.[4] Se notificó que el AS2-1 induce apoptosis en 3 de las líneas celulares en concentraciones de 2 a 4 μg/ml.
También se observó que el antineoplastón A10 inhibe la estimulación de la mitogénesis de la prolactina y la interleucina-2 según la dosis en la línea celular Nb2 del linfoma en ratas. La adición del A10 (1–12 mM) inhibió la proliferación celular estimulada por la prolactina, pero fue reversible cuando se extrajo el A10; esto indica un mecanismo de acción citostático más que citotóxico. Asimismo, en un ensayo de emisión de cromo, el A10 no produce toxicidad. El A10 también inhibió la síntesis del ADN.[5]
Se investigó la capacidad del antineoplastón A3 aislado de la orina, pero no un análogo, para inhibir la proliferación in vitro de la línea celular humana HBL-100 de cáncer de mama en un estudio en el que también se examinó la toxicidad del A3 en ratones blancos suizos. El antineoplastón A3 inhibió la formación de colonias de una manera dependiente de la dosis con un intervalo de dosis de 0,05, 0,1, 0,2 y 0,4 µg/ml.[6]
Otros investigadores en Egipto abordaron un enfoque algo distinto. A partir de las ideas iniciales del promotor sobre la presencia del A10 en la orina de pacientes, en este estudio se examinó la cantidad de A10 en la orina de 31 pacientes de cáncer de mama y se la comparó con la de 17 controles sanos. Encontraron una cantidad menor y significativa del A10 (P < 0,001) en la orina de los pacientes de cáncer que en los controles, o sea que la cantidad de A10 en la orina podría llegar a ser útil como otra forma de detección.[7]
Los mismos investigadores evaluaron la capacidad inmunomoduladora del A10 al examinar la inhibición de la apoptosis de los neutrófilos inducida por el A10 in vitro. Se obtuvieron neutrófilos de muestras sanguíneas de 28 pacientes de cáncer de mama y de 28 controles. Las muestras de orina se obtuvieron de los mismos pacientes y se examinó la presencia del A10. Los pacientes de cáncer presentaron grados más altos y significativos de apoptosis de neutrófilos (P < 0,001), así como concentraciones más bajas y significativas del A10. Se evaluó la apoptosis de los neutrófilos con la adición del A10 en una dosis de 10 µg/ml a las suspensiones celulares de 42 pacientes de cáncer de mama. Las muestras sin tratar sirvieron de control. Se encontró que el A10 inhibía de forma significativa la apoptosis de neutrófilos (P < 0,0001).[8]
En un estudio en Japón realizado en 2014, en el que se expusieron células de cáncer de colon humano a concentraciones altas del antineoplastón AS2-1, se notificó que normalizó el estado de hipermetilación en la región promotora de varios genes oncosupresores que están silenciados en el cáncer de colon.[9] Sin embargo, este efecto se notó en una concentración de 2 mg /ml del AS2-1, que es alrededor de cuatro veces más alta que la media de la concentración en estado de equilibrio notificada antes en pacientes de cáncer tratados con el AS2-1;[10] en consecuencia, la importancia clínica de estos hallazgos es discutible.
Se sintetizaron varios análogos del antineoplastón A10 y su actividad antineoplásica se ha probado en varias líneas celulares. Entre estos, se incluyen los análogos de la mostaza de anilina del antineoplastón A10 y las bases de Mannich del antineoplastón A10.[11,12] Estos análogos mostraron un mejor desempeño en la actividad antitumoral in vitro que el antineoplastón A10.
Referencias:
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- Badria F, Mabed M, El-Awadi M, et al.: Immune modulatory potentials of antineoplaston A-10 in breast cancer patients. Cancer Lett 157 (1): 57-63, 2000.
- Ushijima M, Ogata Y, Tsuda H, et al.: Demethylation effect of the antineoplaston AS2-1 on genes in colon cancer cells. Oncol Rep 31 (1): 19-26, 2014.
- Buckner JC, Malkin MG, Reed E, et al.: Phase II study of antineoplastons A10 (NSC 648539) and AS2-1 (NSC 620261) in patients with recurrent glioma. Mayo Clin Proc 74 (2): 137-45, 1999.
- Choi BG, Kim OY, Chung BH, et al.: Synthesis of antineoplaston A10 analogs as potential antitumor agents. Arch Pharm Res 21 (2): 157-63, 1998.
- Hendry LB, Chu CK, Copland JA, et al.: Antiestrogenic piperidinediones designed prospectively using computer graphics and energy calculations of DNA-ligand complexes. J Steroid Biochem Mol Biol 48 (5-6): 495-505, 1994.
Estudios clínicos con seres humanos
No se ha realizado ningún ensayo de fase III aleatorizado controlado de antineoplastones para el tratamiento del cáncer. Se han publicado informes de casos, ensayos clínicos de fase I, estudios de toxicidad y ensayos clínicos de fase ll. El primer grupo que se presenta a continuación es el de estudios de toxicidad de fase l. Se ordenan según los antineoplastones bajo investigación. El segundo grupo de estudios comprende a pacientes de varias neoplasias malignas. En el Cuadro 1 se presenta un resumen de los regímenes de dosis de todos los estudios con seres humanos. En el Cuadro 2 al final de esta sección, se resumen los siguientes ensayos clínicos.
Estudios de fase l sobre toxicidad de antineoplastones específicos
Los estudios en la lista a continuación son de fase I con pacientes con varios tipos de neoplasias malignas, como cáncer de vejiga, cáncer de mama y leucemias. Los estudios se ordenan según el antineoplastón administrado. Los efectos tóxicos de un antineoplastón específico en investigación son difíciles de evaluar debido a los factores de confusión que acarrean los tratamientos previos. A menos que se indique de forma específica, todos los estudios fueron llevados a cabo por Burzynski y sus colaboradores en su instituto de investigación.
Antineoplastón A
En 1977, en un artículo se informó sobre 21 pacientes de cáncer avanzado o leucemia tratados con antineoplastones A y sometidos a un seguimiento de hasta 9 meses. La edad de los pacientes con cánceres de varios tipos osciló entre 14 y 75 años. Ocho pacientes no habían recibido tratamiento previo y 13 habían recibido quimioterapia y radioterapia con anterioridad.[1] Se administró antineoplastón A por vía intravenosa (IV), intramuscular (IM), rectal, instilación en la vejiga, intrapleural y mediante aplicación cutánea. La tolerabilidad al antineoplastón A dependió del método de administración y el tipo de neoplasia.
Los efectos secundarios principales, fiebre y escalofríos, ocurrieron solo luego de la administración por IV o IM al iniciar el tratamiento. La fiebre duró pocas horas, seguida de temperaturas subnormales y disminución de la presión arterial. Se utilizó premedicación con salicilatos, hormona adrenocorticotrópica o corticosteroides para tratar la fiebre o suprimirla. Solo los pacientes de leucemia linfocítica crónica, carcinoma de células de transición de vejiga, adenocarcinoma metastásico de recto, carcinoma de células escamosas de cuello uterino y sarcoma sinovial reaccionaron con fiebre al recibir dosis bajas del antineoplastón A. No se observaron reacciones adversas graves, incluso cuando se trató a los pacientes con dosis muy altas de la formulación (consultar el Cuadro 1). No se notificaron efectos tóxicos en ningún paciente. Los recuentos de plaquetas y glóbulos blancos fueron elevados luego de un mes de tratamiento, pero poco a poco volvieron a la normalidad.
Cuatro pacientes alcanzaron una respuesta tumoral completa (2 casos de cáncer de vejiga, 1 caso de cáncer de mama y 1 caso de leucemia linfocítica aguda); 4 pacientes alcanzaron una respuesta tumoral parcial (2 casos de leucemia linfocítica crónica, 1 caso de adenocarcinoma rectosigmoideo y 1 caso de sarcoma sinovial); 6 pacientes presentaron enfermedad estable y 2 pacientes interrumpieron el tratamiento. Hubo 5 defunciones durante el estudio que no se atribuyeron a la toxicidad del antineoplastón A.[1]
Antineoplastón A10
En 1986, en un estudio de la toxicidad del antineoplastón A10, se notificó sobre 18 pacientes con 19 neoplasias. La edad de los pacientes osciló entre 19 y 70 años. Solo se incluyó en los resultados a los pacientes que completaron 6 o más semanas de inyecciones del antineoplastón A10. Seis de los 18 pacientes recibieron otros antineoplastones además del A10. Cuatro pacientes recibieron fármacos adicionales, como antibióticos, analgésicos y anticonvulsivos.[2]
La duración del tratamiento osciló entre 52 y 640 días. No se notificaron efectos tóxicos importantes. Al igual que en el estudio del antineoplastón A descrito antes, 9 pacientes presentaron fiebre y escalofríos, lo que ocurrió solo una vez durante el tratamiento. Otros efectos secundarios observados fueron dolor muscular y articular, dolor abdominal, náuseas, mareos y cefaleas. Un paciente de condrosarcoma presentó remisión parcial y se obtuvieron respuestas mixtas en otros 3 casos. Ocho pacientes se estabilizaron y 6 pacientes presentaron progresión de la enfermedad. Diez pacientes interrumpieron el tratamiento durante el estudio, pero no se informaron las razones. Diez de los 18 pacientes habían muerto al momento de publicarse el estudio, 4 años después de iniciarse el estudio.[2]
Antineoplastón AS2-1
En un estudio realizado en 1986, se examinó el carácter tóxico del antineoplastón AS2-1 inyectable.[3] Veinte pacientes con 21 neoplasias malignas cuya edad oscilaba entre 17 y 74 años, recibieron inyecciones de antineoplastón. Se realizó un seguimiento de 5 años. Ocho pacientes recibieron el antineoplastón AS2-1 solo. Los 12 pacientes restantes recibieron otros antineoplastones combinados con el AS2-1 en distintos momentos durante el tratamiento.
Los efectos secundarios del tratamiento con el AS2-1 incluyeron náuseas y vómitos, erupción cutánea, una ligera elevación de la presión arterial, desequilibrio leve de los electrólitos del cuerpo y un descenso ligero en el recuento de glóbulos blancos. Si bien se notificó remisión completa en 6 casos (1 de cada caso de linfoma linfocítico en estadio IV, glioma, leucemia mielocítica, carcinoma intraductal de mama, carcinoma de cuello uterino en estadio lA y carcinoma metastásico de mama), 1 paciente de carcinoma de mama no se pudo incluir en la evaluación de la respuesta por haberse sometido a una mastectomía radical y no presentar enfermedad mensurable al inicio del tratamiento con el AS2-1; la paciente de cáncer de cuello uterino había recibido radioterapia antes, y no se pudo descartar que esto no causó un efecto beneficioso.
Se notificaron remisiones parciales en 2 casos, una por cada caso de adenocarcinoma de pulmón en estadio lll y leucemia mielógena crónica en fase blástica. El paciente con cáncer de pulmón había recibido radioterapia previa; ambos pacientes exhibieron progresión de la enfermedad y habían muerto al momento de publicarse el estudio. Se notificaron 7 casos con enfermedad estable y 6 casos de progresión de la enfermedad. Diez pacientes interrumpieron el tratamiento con antineoplastones durante el estudio: 2 con remisión completa, 1 en remisión parcial y 7 con enfermedad estable.[3]
Antineoplastones A10 y AS2-1
En una serie de casos de 1998 de Japón, se analizaron 3 pacientes participantes en un estudio de fase l con antineoplastones A10 y AS2-1. Los diagnósticos incluyeron 1 caso de cáncer de mama metastásico en el pulmón, 1 caso de astrocitoma anaplásico /glioma talámico y 1 caso de carcinoma de pulmón de células grandes (estadio lllB). Todos los pacientes también recibieron quimioterapia y radioterapia.[4]
Para la paciente de cáncer de mama metastásico, se añadió A10 a una variedad de fármacos quimioterapéuticos. Después de añadirse el antineoplastón AS2-1 y la quimioterapia al régimen de tratamiento, se produjo un crecimiento tumoral rápido. Dos semanas después de este tratamiento, se observó una reducción del tamaño y el número de los tumores metastásicos en una radiografía del tórax; el tamaño de los tumores se redujo más durante los 5 meses posteriores.[4]
El paciente de astrocitoma anaplásico recibió el antineoplastón AS2-1 además de la quimioterapia y radioterapia. En un IRM realizado 6 semanas después del diagnóstico, se observó una reducción de 50 % en el diámetro del tumor.[4]
El tercer paciente con cáncer de pulmón metastásico recibió el antineoplastón A10 además de la quimioterapia seguida de radiación. Si bien al principio se consideró inoperable, luego de un mes de este tratamiento se volvió a evaluar al paciente y se lo sometió a una lobectomía media e inferior. En el seguimiento, se observó que el paciente estaba en buenas condiciones y una tomografía computarizada (TC) confirmó que no había vestigios del tumor después de la operación.[4]
La adición de otros tratamientos a la administración de antineoplastones es un factor de confusión cuando se evalúan los resultados de un tratamiento con antineoplastones.
Antineoplastón AS2-5
En un estudio de 1986, se administraron inyecciones del antineoplastón AS2-5 a 13 pacientes de 15 neoplasias malignas variadas (dos pacientes que presentaban cada uno dos neoplasias diferentes).[5] Todos los pacientes tenían enfermedad en estadio IV y su edad oscilaba entre 20 y 64 años. Solo los pacientes que tenían una esperanza de vida mayor de un mes se consideraron aptos para el estudio.
Además de las inyecciones del antineoplastón AS2-5, dos pacientes también recibieron inyecciones del antineoplastón AS2-1 y un paciente recibió el antineoplastón A10 luego de una intervención quirúrgica por recidiva. Los pacientes recibieron otros fármacos, como antibióticos, analgésicos, antinflamatorios, antieméticos, dilatadores bronquiales, diuréticos, corticoesteroides, antihistamínicos y uricosúricos.
Entre los efectos secundarios, se presentaron escalofríos y fiebre en dos pacientes; inflamación articular, dolor óseo y enrojecimiento en las manos y los pies de un paciente; aumento en el recuento de plaquetas en un paciente y aumento de la globulina plasmática en otro paciente.
Dos pacientes se consideraron en remisión completa, 4 pacientes se clasificaron con enfermedad estable, 6 presentaron progresión de la enfermedad y 1 paciente presentó una respuesta mixta. Durante el estudio, 8 pacientes interrumpieron el tratamiento y no se les pudo dar seguimiento, y 3 pacientes fallecieron. En el momento de la publicación del estudio, se notificó que un paciente al que se le administró A10 luego de una intervención quirúrgica por recidiva se declaró libre de cáncer por un período un poco mayor de 4 años.[5]
Antineoplastón A2
En un estudio de 1987, 15 pacientes recibieron antineoplastones A2 a través de un catéter intravenoso subclavio. Se observaron efectos secundarios menores en 4 cuatro pacientes: fiebre, escalofríos y dolor muscular. De los 15 pacientes, 9 presentaron una respuesta objetiva al tratamiento, 7 pacientes respuesta tumoral completa y 2 pacientes respuesta tumoral parcial. Cinco pacientes exhibieron enfermedad estable, y 1 progresión de la enfermedad. En el seguimiento se observó que 3 pacientes con respuesta completa permanecieron sin cáncer durante 5 años después del tratamiento y que 3 pacientes sobrevivieron durante 4 años desde el comienzo del estudio. Se dio seguimiento a 3 pacientes durante 2 años, momento en el que se interrumpió el tratamiento con AS2-1. Cinco pacientes fallecieron durante los 2 primeros años del estudio y no se ubicó a un paciente para darle seguimiento.[6]
Antineoplastón A3
En 1987, 24 pacientes con 25 distintas neoplasias malignas participaron en un estudio de una serie retrospectiva de casos no consecutivos con el antineoplastón A3. Fueron aptos los pacientes con más de 6 semanas de supervivencia anticipada y que continuaran con el tratamiento durante más de 6 semanas. Se administró el antineoplastón A3 mediante un catéter en la vena subclavia a 23 pacientes. Un paciente recibió inyecciones IM. La duración del tratamiento fue de 44 a 478 días. Los efectos secundarios, que solo se presentaron una vez durante el tratamiento fueron fiebre y escalofríos en 4 pacientes, vértigo en 2 pacientes, cefalea en 2 pacientes, rubor en la cara en 1 paciente, náuseas en 1 paciente y taquicardia en 1 paciente. Además, hubo un aumento en el recuento de glóbulos blancos, plaquetas y de reticulocitos. La respuesta tumoral fue completa en 5 pacientes y se observó una respuesta parcial en 5 pacientes. Nueve pacientes presentaron enfermedad estable, mientras que 6 pacientes presentaron progresión de la enfermedad . Un paciente recibió radioterapia antes de entrar en el estudio, de forma que la respuesta del tumor no se puede atribuir exclusivamente al A3. Seis pacientes interrumpieron el tratamiento durante el estudio, pero no se informaron las razones.[7]
Antineoplastón A5
En 1987, un grupo de pacientes con una variedad de neoplasias malignas avanzadas participó en un estudio retrospectivo de serie de casos sobre el antineoplastón A5. La edad de los pacientes osciló entre 43 y 71 años. Solo fueron aptos los pacientes que se esperaba que vivieran durante por lo menos 6 semanas y que continuaran con el tratamiento durante por lo menos 6 semanas. Los pacientes recibieron el A5 a través de un catéter IV subclavio. La duración del tratamiento osciló entre 47 y 130 días. Los efectos secundarios incluyeron escalofríos y fiebre en 5 pacientes, artralgia en 1 paciente, y extrasístoles y opresión torácica en 1 paciente. Se observó un aumento en el recuento de plaquetas y glóbulos blancos, así como hipertrofia de la epidermis. Un paciente presentó una respuesta tumoral completa y hubo dos respuestas parciales. Se notificó enfermedad estable en 7 pacientes. En 4 pacientes hubo progresión de la enfermedad.[8]
Estudios sobre neoplasias malignas específicas tratadas con antineoplastones
Tumores encefálicos
En un estudio en Japón de fase l realizado en 1995, se investigó el uso de los antineoplastones junto con la radioquimioterapia y la resección quirúrgica en pacientes con tumores encefálicos malignos.[9] Se diagnosticó a 9 pacientes con los siguientes tumores de encéfalo: 3 casos de glioblastoma, 2 casos de astrocitoma anaplásico, 1 caso de glioma pontino, 1 caso de meduloblastoma, 1 caso de tumor de encéfalo metastásico y 1 caso de metástasis encefálicas múltiples. Todos los pacientes recibieron alguna forma de quimioterapia y radiación, con la excepción del paciente con múltiples metástasis encefálicas. La mayoría de los pacientes se sometieron a resección tumoral con excepción de los casos de glioma pontino, metástasis encefálicas múltiples y tumor encefálico metastásico. Los pacientes de glioma se trataron con terapia de mantenimiento de la remisión. Durante el transcurso de varios meses se les administró a los pacientes nimustina o ranimustina; y en intervalos de 2 semanas, recibieron interferón β y un antineoplastón. En el estudio no se indicó cuáles antineoplastones se utilizaron.[9]
Se logró una respuesta completa en un paciente de astrocitoma anaplásico. Esta respuesta se observó en el término de 4 semanas y duró 6 meses; en ese momento, el paciente presentó recidiva en otra parte del encéfalo. Dos pacientes (un caso de glioma pontino y otro caso de tumor de encéfalo metastásico) lograron una respuesta parcial. En 2 pacientes no se observó cambio en el estado de la enfermedad, mientras que en 4 pacientes hubo progresión de la enfermedad. Entre los efectos adversos del tratamiento con antineoplastones se incluyeron exantema pruriginoso, rigidez articular en los dedos de las manos, flatulencia y mielodepresión leve.[9]
En un estudio multicéntrico de fase ll llevado a cabo por los departamentos de oncología y neurología de la Mayo Clinic, se intentó evaluar las características farmacocinéticas, la toxicidad y la eficacia de los antineoplastones A 10 y AS2-1.[10] La baja inscripción de pacientes determinó el cierre temprano del ensayo. Nueve pacientes adultos de oligoastrocitoma, astrocitoma anaplásico o glioblastoma multiforme que recidivó luego de la radioterapia recibieron aumento escalonado de dosis de A10 y AS2-1, con una dosis diaria establecida de 1,0 g /kg de A10 y 0,4 g/kg de AS2-1. Seis de los pacientes presentaron la segunda recidiva tumoral, mientras que los tres pacientes restantes experimentaron su primera recidiva tumoral.[10]
De los 9 pacientes participantes en el ensayo, en 6 se pudo evaluar una respuesta tumoral objetiva de acuerdo con el protocolo. En el momento de la publicación del estudio, todos los pacientes habían muerto. La mediana de supervivencia fue de 5,2 meses y la media de supervivencia fue de 7,2 meses. Todos los pacientes excepto uno murieron por progresión del tumor. El paciente restante murió de sepsis relacionada con complicaciones de la quimioterapia, que se administró luego de interrumpirse el tratamiento con antineoplastones.[10]
Ninguno de los 6 pacientes evaluables exhibió pruebas de regresión tumoral relacionada con el tratamiento con antineoplastones en pruebas de tomografía computarizada (TC) o imágenes por resonancia magnética (IRM); sin embargo, los 9 pacientes exhibieron pruebas de progresión tumoral. El tratamiento con antineoplastones se administró durante 6 a 66 días luego de los cuales se interrumpió el tratamiento. La toxicidad hizo que tres pacientes abandonaran el tratamiento y las exploraciones posteriores de estos pacientes mostraron progresión tumoral. La media de tiempo hasta el fracaso del tratamiento (progresión de la enfermedad o toxicidad inaceptable) fue de 29 días.[10]
Burzynski indicó que los resultados de este estudio no fueron concluyentes porque: 1) la duración del tratamiento fue demasiado corta y 2) los investigadores utilizaron una pauta posológica que se sabía que no era eficaz contra tumores de encéfalo tan grandes como los de los participantes en el estudio.[11] Sin embargo, como respuesta, los autores del estudio declararon que todos los pacientes de este estudio recibieron tratamiento hasta que presentaron progresión tumoral o efectos tóxicos inaceptables.[11] El Instituto Nacional del Cáncer y el Instituto Burzynski determinaron la pauta posológica y el plan de estudio antes de que se iniciara el estudio; y el tamaño del tumor en 7 de los 9 pacientes se hallaba dentro de los límites especificados.[11]
En este estudio, se midieron las concentraciones plasmáticas en estado de equilibrio de fenilacetato y fenilacetilglutamina durante el tratamiento con antineoplastones (consultar el Cuadro 1). Las concentraciones séricas altas de fenilacetato se relacionaron con efectos tóxicos en el sistema nervioso central.[11] Los efectos tóxicos neurológicos inducidos por el tratamiento incluyeron somnolencia excesiva, somnolencia más confusión, y aumento en la frecuencia de crisis convulsivas motoras focalizadas. Las exploraciones con IRM también revelaron un aumento de edema cerebral en dos pacientes. Uno de los 9 pacientes presentó manifestaciones de una encefalopatía metabólica difusa; se suspendió el tratamiento con antineoplastones de este y otro paciente, y se les administró dexametasona para sus síntomas, que desaparecieron en 48 horas. Estos pacientes reiniciaron el tratamiento con una disminución de 25 % de la dosis y no presentaron recidiva de la toxicidad neurológica. Otro paciente exhibió confusión persistente que desapareció luego de la suspensión de los antineoplastones. Entre otros efectos tóxicos, se observaron náuseas, vómitos, cefaleas, mialgia y edema. Se notificó que estos efectos en general fueron de leves a moderados, con excepción de la cefalea que fue grave en dos pacientes. El paciente que presentó confusión persistente también sufrió de eritema cutáneo, prurito y edema facial; a partir de ese momento, se interrumpió el tratamiento en definitiva. A otro paciente se le suspendió el tratamiento debido a que presentó edema (en las extremidades y la cara), que no mejoró con los diuréticos. El edema desapareció luego de interrumpirse la administración de antineoplastones.[10]
En un estudio de fase ll también llevado a cabo por Burzynski y sus colaboradores en su clínica, se informó sobre 12 pacientes de glioma del tronco encefálico intrínseco recidivante y difuso. De los 10 pacientes evaluables, 2 lograron respuesta tumoral completa, 3 alcanzaron respuesta tumoral parcial, 3 presentaron enfermedad estable y 2 presentaron enfermedad progresiva. La edad de los pacientes osciló entre 4 y 29 años. El tratamiento de inyecciones con dosis en bolo escalonadas de antineoplastones A10 y AS2-1 fue de 0,4 g/kg por día y continuó durante 6 meses. La dosis promedio de A10 fue de 11,3 g/kg por día y la dosis promedio de AS2-1 fue de 0,4 g/kg por día. Los efectos adversos incluyeron alergia cutánea, anemia, fiebre e hipernatremia, agranulocitosis, hipocalcemia, hipoglucemia, adormecimiento, cansancio, mialgias y vómitos.[12]
Burzynski y sus colaboradores realizaron un estudio similar en su clínica con 12 pacientes pediátricos de tumores de encéfalo progresivos y recidivantes. Seis pacientes recibieron diagnósticos de astrocitoma pilocítico, 4 presentaron glioma de grado bajo, 1 presentó astrocitoma de grado 2, y 1 presentó glioma de la vía visual. Tanto el A10 como el AS2-1 se administraron por vía intravenosa y luego oral durante un promedio de 16 meses. La dosis promedio del A10 fue de 7,95 g/kg diarios y la dosis promedio del AS2-1 fue de 0,33 g/kg por día. Las inyecciones se interrumpieron después de que los pacientes exhibieron enfermedad estable, o repuesta tumoral total o parcial. Luego los pacientes recibieron el A10 y el AS2-1 por vía oral durante un promedio de 19 meses. La dosis promedio tanto para el A10 como el AS2-1 fue de 0,28 g/kg por día. De los 12 pacientes, 1 no se pudo evaluar, 3 todavía estaban en el estudio en el momento de su publicación y 2 alcanzaron respuesta completa. Los 6 pacientes restantes pidieron ser excluidos del estudio.[13]
En otro estudio de Burzynski y sus colaboradores, se informó acerca de la supervivencia a largo plazo de pacientes pediátricos de riesgo alto con tumores neuroectodérmicos primitivos del sistema nervioso central tratados con una combinación de antineoplastones AS2-1 y A10 durante un promedio de 20 meses (intervalo, 1,2–67 meses). La dosis promedio del A10 fue de 10,3 g/kg diarios y la dosis promedio del AS2-1 fue de 0,38 g/kg por día. De 13 pacientes (intervalo de edad 1–11 años) con enfermedad recidivante o de riesgo alto a quienes se administraron infusiones intravenosas de una combinación de antineoplastones, 6 pacientes sobrevivieron durante más de 5 años desde el comienzo de tratamiento con antineoplastones, y 3 de estos 6 sobrevivieron durante más de 7 años. Estos 3 pacientes no recibieron quimioterapia o radiación luego de la resección parcial inicial del tumor ni antes del tratamiento con antineoplastones. Se observó respuesta completa en dos de los sobrevivientes a largo plazo.[14] Las reacciones adversas notificadas incluyeron fiebre, granulocitopenia (reversible) y anemia.
En un informe de Burzynski y colaboradores de 2006, se resumieron los resultados de cuatro ensayos en fase ll de tratamiento con antineoplastones para el glioma de tronco encefálico de grado alto, recidivante y progresivo. Dos de los 18 pacientes considerados en este informe se habían incluido en un estudio publicado previamente.[15] Los pacientes recibieron tratamiento con una combinación del AS2-1 y A10 durante un promedio de 216 días (intervalo, 1,53–18,36 meses). Las dosis del A10 oscilaron entre 0,78 y 19,44 g/kg por día; las dosis del AS2-1 oscilaron entre 0,2 y 0,52 g/kg por día.
Se observaron respuestas completas en 2 casos, respuesta parcial en 2 casos, enfermedad estable en 7 casos y enfermedad progresiva en 7 casos. La anemia reversible, el único efecto adverso notificado, se presentó en 3 pacientes. La supervivencia desde el inicio del tratamiento con antineoplastones osciló entre 2,6 y 68,4 meses entre los casos recién notificados.[16]
Cáncer de próstata
Burzynski y sus colaboradores llevaron a cabo un ensayo clínico de fase ll con el antineoplastón AS2-1 junto con dosis bajas de dietilestilbestrol (DES) en 14 pacientes de cáncer de próstata resistente al tratamiento hormonal.[17] Se diagnosticó cáncer de próstata en estadio IV en 13 pacientes y cáncer de próstata en estadio ll en 1 paciente. Las edades oscilaron entre 54 y 88 años. Los tratamientos previos fueron la prostatectomía, orquiectomía, radioterapia y tratamiento con DES, agonistas de la hormona liberadora de la hormona luteinizante, flutamida, aminoglutetimida e inmunoterapia. Todos los pacientes exhibieron progresión de la enfermedad después de la respuesta inicial al tratamiento. Durante el estudio, los 14 pacientes recibieron el AS2-1 oral en dosis de 97 a 130 mg /kg por día y DES en dosis de 0,01 a 0,02 mg/kg por día. Los pacientes presentaron pocos efectos secundarios importantes.
En general, hubo 2 remisiones completas, 3 remisiones parciales, 7 casos de enfermedad estable, y 2 casos de progresión de la enfermedad. Se informó que todos los pacientes estaban vivos 2 años después del comienzo del estudio. Los dos pacientes con progresión de la enfermedad interrumpieron el tratamiento con el AS2-1.[17] El uso de DES junto con el AS2-1 es un factor de confusión para la interpretación de los resultados de la respuesta tumoral.
Cáncer hepatocelular (de hígado)
En un informe de casos de Japón, se analizó a dos pacientes de carcinoma hepatocelular en estadio avanzado que recibieron el antineoplastón A10 además de otros tratamientos. Aunque ambos pacientes murieron (uno de necrosis pancreática hemorrágica y otro por insuficiencia hepática como consecuencia de várices esofágicas) ambos parecieron tolerar el A10 con pocos efectos secundarios graves. Las exploraciones por TC indicaron que un paciente presentaba inhibición del crecimiento tumoral y una ligera reducción del tamaño del tumor después de la administración por vía oral y por infusión del A10.[18]
Comentarios sobre los estudios
No hay ensayos controlados aleatorizados notificados y publicados en la bibliografía médica que examinen el uso de los antineoplastones en pacientes de cáncer. Los datos se publicaron en informes de casos o series de casos, y en ensayos clínicos de fase l y ll llevados a cabo, en su mayoría, por Burzynski y sus colaboradores. Aunque en estas publicaciones se notificaron remisiones exitosas con el uso de antineoplastones, otros investigadores no han podido reproducir estos resultados [10] e indican que la interpretación de los efectos del tratamiento con antineoplastones para pacientes de gliomas recidivantes pudo haberse confundido por el tratamiento previo con antineoplastones y artefactos visualizados en las pruebas de imaginología.[11,14,16] En los informes originados en Japón sobre los efectos del tratamiento con antineoplastones para tumores de encéfalo y de otros tipos de tumores se notificaron resultados desiguales; además, en algunos estudios japoneses no se identificó el tipo de antineoplastones empleados.[9] En muchos informes de estudio notificados, algunos o todos los pacientes habían recibido radioterapia previa o simultánea, quimioterapia o ambas, lo cual confunde la interpretación.
En el Cuadro 1 se resume el intervalo de dosis de los antineoplastones utilizados en los estudios descritos más arriba.
Referencia | Tipos de cáncer (número de pacientes) | Antineoplastón | Dosis | Administración | Duración del tratamiento |
---|---|---|---|---|---|
DES = dietilestilbestrol; h = hora; IM = intramuscular; IV = intravenoso; U = unidad, sem = semana. | |||||
a B indica un estudio efectuado por Burzynski y sus colaboradores. | |||||
Tratamiento con un solo antineoplastón | |||||
[1]Ba | Distintos cánceres en estadio avanzado o leucemia (12) | A | A fue medido en unidades; la cantidad de preparación A que produce un efecto citotóxico con 100mlen las líneas celulares de cáncer de mama MDA-MB-231 determinado por el número estable de células contadas después de 24 h de incubación y que persisten durante por lo menos 48 h adicionales. La dosis difiere según el tipo de administración. | IV: oscila de 0,6 a 33 U/m²/24 h diarios durante 1 mes. IM: oscila de 0,6 a 20 U/m²/24 h cada 2 sem durante un máximo de 8 meses. Rectal: oscila de 15 a 23 U/m²/24 h por día dividida en 2 o 3 dosis/12–8 h después del tratamiento IM. Instilación vesical:infusión continuade 2,3 U/m²/24 h durante 3 sem. Intrapleural: 2 a 4 U/inyección. Dosis más alta tolerada. IV: 33 U/m²/24 h después de que se atenuó la reacción febril inicial. IM: 10 U/m²/24 h. | IV: 1 mes; IM: cada 2 sem durante por lo menos 8 sem; rectal: diario; vejiga: instilaciones diarias durante 3 sem; intrapleural: 1 vez/sem. |
[6]Ba | Distintos cánceres en estadio avanzado (15) | A2 | Dosis más alta: 147 mg/kg/24 h (formulaciones de A2: 50 y 100 mg/ml) | IV: diaria dividida en dosis cada 6 o 12 h. | 52–358 días |
[7]Ba | Distintos cánceres en estadio avanzado (23) | A3 | Dosis más alta: 76 mg/kg/24 h | 44–478 días | |
[8]Ba | Distintos cánceres en estadio avanzado (15) | A5 | Dosis más alta: oscila de 44 a 154 mg/kg/24 h | IV: dosis diarias dividas | 47–130 días |
[2]Ba | Distintos cánceres en estadio avanzado (18) | A10 | Dosis más alta: oscila de 70,0 a 2210,5 mg/kg/24 h | IV: aumento gradual cada 3–6 h de 100 mg/ml hasta llegar a la dosis más alta. | 52–640 días |
Dosis normal: oscila de 206,9 a 387 mg/kg/24 h | |||||
[3] | Distintos cánceres en estadio avanzado | AS2-1 | Dosis más alta: 160 mg/kg/24 h | IV: cada 6 h | 38–872 días |
[5] | Distintos cánceres en estadio avanzado | AS2-5 | Dosis más alta: 167,6 mg/kg/24 h | IV: dosis diarias dividas | 41–436 días |
Combinaciones | |||||
[17]Ba | Próstataresistente al tratamiento hormonal (14) | AS2-1 y DES | Intervalo de dosis del AS2-1: de 97 a 130 mg/kg/24 h | Oral | 64–425 días |
Dosis de DES: oscila de 0,01 a 0,02 mg/kg/24 h | |||||
[9] | Distintos tumores encefálicos (9) | AS2-1/A10 | Dosis más alta: oscila de 7 a 10 g/día | Oral e IV | |
[18] | Hepatocelular (3) | AS2-1/A10 (1 paciente) | 3 a 10 g/día | IV | 7–120 día (aprox.) |
[10] | Glioma recidivante (9) | A10/AS2-1 | Dosis establecidas. A10: 1,0 g/kg/24 h; AS2-1: 0,4 g/kg/24 h | IV: dosis diarias dividas | 9–66 días |
Concentraciones plasmáticas en estado de equilibrio para la dosis establecida: fenilacetato 177 ± 101 μg/ml; fenilacetilglutamina: 301 ± 102 μg/ml. | |||||
[13]Ba | Glioma multicéntrico recidivante progresivo infantil (11) | A10/AS2-1 | Dosis formulada. A10: 300 mg/ml; AS2-1: 80 mg/ml de A10 y AS2-1 | Inyección IV con aumento gradual de la dosis hasta alcanzar las dosis máximas. Seguida de administración oral encápsulas. | IV: promedio 16 meses; Oral: 19 meses |
Dosis máxima de A10: oscila de 5,29 a 16,13 g/kg/día | |||||
Dosis máxima de A10: oscila de 0,21 a 0,58 g/kg/día | |||||
[12]Ba | Glioma del tronco encefálico intrínseco difuso recidivante (12) | A10/AS2-1 | Dosis formulada. A10: 300 mg/ml; AS2-1: 80 mg/ml | Inyección IV con aumento gradual de la dosis hasta alcanzar las dosis máximas. | Promedio: 6 meses |
Dosis máxima del A10: oscila de 5,29 a 16,13 g/kg/día | |||||
Dosis máxima del AS2-1: oscila de 0,21 a 0,58 g/kg/día | |||||
[14]Ba | Tumor neuroectodérmico primitivo (13) | A10/AS2-1 | Dosis formulada. A10: 300 mg/ml; AS2-1: 80 mg/ml | Inyección IV con aumento gradual de la dosis hasta alcanzar las dosis máximas. | Promedio: 20 meses |
Dosis promedio. A10: 10,3 g/kg/d; AS2-1: 0,38 g/kg/día | |||||
Dosis máxima. A10: 25 g/kg/d; AS2-1: 0,6 g/kg/día | |||||
[16]Ba | Glioma del tronco encefálico intrínseco difuso recidivante | A10/AS2-1 | Dosis promedio máxima. A10: 13,37 g/kg/d; AS2-1: 0,49 g/kg/día | Inyección IV con aumento gradual de la dosis hasta alcanzar las dosis máximas. | Promedio: 5 meses |
En el Cuadro 2 se resumen los ensayos clínicos empleados en los estudios descritos más arriba.
Citas | Tipo de estudio | Tipo(s) de antineoplastón | Tipo(s) de cáncer | Número de pacientes | Beneficio más importante notificado | Tratamiento simultáneo |
---|---|---|---|---|---|---|
LLA = leucemia linfoblástica aguda; CPCNP = cáncer de pulmón de células no pequeñas; pt./pts. = paciente/pacientes. | ||||||
a Notificado a los 9 meses de seguimiento; la paciente de cáncer de mama se había sometido a unamastectomíaradical, radioterapia y quimioterapia, y luego aextirpaciónquirúrgica de metástasis en las costillas antes de empezar el tratamiento con antineoplastones. | ||||||
b Un paciente de cáncer de vejiga se sometió acirugíapara extirpar un tumor necrótico. | ||||||
c Notificado a los 5 años de seguimiento; la paciente decáncer de cuello uterino en estadio IArecibió antes radioterapia; la paciente de cáncer de mama se sometió antes a mastectomía radical y no teníaenfermedad mensurableen el momento de iniciar el tratamiento con antineoplastones. | ||||||
d Un paciente recibió 5-fluorouracilo. | ||||||
e Notificado a los 5 años de seguimiento; se notificó que el paciente decáncer de laringe en estadio llpermanecía en remisión completa 730 días después de iniciarse el tratamiento, pero no se pudo encontrar en el momento de la publicación del estudio y no se conocía su estado; del paciente con CPCNP en estadio lll se notificó que permaneció en remisión completa después de 62 días de tratamiento, pero luego presentó recidiva en unganglio linfático cervicaly carcinoma de mama lobulillar. Ambos recibieron tratamiento quirúrgico y la paciente recibió el antineoplastón A10. En el momento de publicarse el estudio, se notificó que la paciente ya no presentaba ninguno de los dos cánceres durante más de 4 años. | ||||||
f Notificado a los 4 años de seguimiento; 10 pacientes habían muerto en el momento de publicarse el estudio. | ||||||
g Los pacientes informaron estar en remisión completa después de 5 años de iniciado el tratamiento; el paciente decáncer de colonse había sometido antes a resección y se notificó que se mantuvo en remisión completa durante el tratamiento con A3; sin embargo, presentó recidiva y metástasis después de la interrupción del tratamiento. Este paciente recibió luego otras formulaciones de antineoplastones y quimioterapia. | ||||||
h No se especificó la duración del seguimiento. | ||||||
i Notificado a los 2 años de seguimiento; en el momento de la publicación del estudio, se notificó que un paciente presentó remisión completa durante 17 meses y permaneció sin tratamiento durante 16 meses; de los otros pacientes, se notificó que se mantuvieron sin enfermedad durante 9 meses antes de publicarse el estudio y que continúan recibiendo antineoplastones, pero no DES. | ||||||
j DES | ||||||
k No se especificó la duración del seguimiento. | ||||||
l Cirugía, quimioterapia y, radiación ymodificadores de la respuesta biológica(interferónβ). | ||||||
m Los autores notificaron eldesenlacede 46 tumores con respuesta completa o parcial, y suministraron información sobre la supervivencia de los pacientes. | ||||||
n Quimioterapia y radiación. | ||||||
o Cirugía, quimioterapia, radiación e interferón. | ||||||
p Ambos pacientes habían fallecido en el momento de la publicación del estudio. | ||||||
q Quimioterapia. | ||||||
r En el momento de la publicación del estudio, todos los pacientes habían muerto. | ||||||
s Cirugía, quimioterapia, radiación e interferón. | ||||||
t En el momento de la publicación del estudio, ambos pacientes habían muerto. | ||||||
u Quimioterapia. | ||||||
v En el momento de la publicación del estudio, todos los pacientes habían muerto. | ||||||
[1] | Serie de casos no consecutivos | A | Distintos tipos | 21 | Remisión completa (2 cánceres de vejiga de grado III; cáncer de mama en estadio IV; LLA)a | Nob |
[3] | Serie de casos no consecutivos | AS2-1 (8 pts.) | Distintos tipos; la mayoría en estadio avanzado | 20 | Remisión completa (cáncer de cuello uterino en estadio IA; carcinoma intraductal de mama; linfoma linfocítico en estadio IV)c | Nod |
AS2-1 más otras formulaciones de antineoplastones (12 pts.) | ||||||
[5] | Serie de casos no consecutivos | AS2-5 (11 pts.) | Distintos tipos; en estadios avanzados | 13 | Remisión completa (cáncerlaríngeoen estadio II; CPCNP en estadio III)e | No |
AS2-5 más AS2-1 (2 pts.) | ||||||
[2] | Serie de casos no consecutivos | A10 (12 pts.) | Distintos tipos; la mayoría en estadio avanzado | 18 | Remisión parcial (1 caso de condrosarcoma en estadio IB)f | No |
A10 más otras formulaciones de antineoplastones (6 pts.) | ||||||
[7] | Serie de casos no consecutivos | A3 | Distintos tipos; en estadios avanzados | 24 | Remisión completa (carcinoma de vejiga; epitelioma decélulas basalesy cáncer decolon)g | No |
[8] | Serie de casos no consecutivos | A5 | Distintos tipos; en estadios avanzados | 15 | Remisión completa (cáncer de vejiga mixto de grado III)h | Sin especificar |
[17] | Serie de casos consecutivos(ensayo de fase II) | AS2-1 | Cáncer de próstata, resistente a las hormonas (13 en estadio IV; 1 en estadio II) | 14 | Remisión completa (2 pts.)i | Síj |
[9] | Serie de casos no consecutivas o informes de casos | AS2-1, A10 | Tumores encefálicos | 9 | Respuesta parcial (1 glioma pontino; 1 tumor encefálico metastásico)k | Síl |
[19] | Ensayo clínico de fase I | A10, AS2-1 (selección al azar) | Distintos tipos; en estadios avanzados | 42m | Respuesta completa (3 tumores)k | Sín |
[4] | Informe de casos | A10, AS2-1 | Distintos tipos | 3 | Reducción del tamaño tumoral (cáncer de mama en estadio IV; CPCNO en estadio IIIB) | Sío |
[18] | Informe de casos | A10, AS2-1 | Carcinoma hepatocelular en estadio avanzado | 2 | Disminución leve deltrombodel tumor en lavena porta p | Síq |
[10] | Ensayo clínico de fase II | A10, AS2-1 | Tumor encefálico recidivante (astrocitoma anaplásico o glioblastoma multiforme) | 9 (6 pts. se evaluaron para determinar la eficacia) | Ningunor | No |
[13] | Estudio de fase II | A10, AS2-1 | Glioma multicéntrico infantil recidivante y progresivo | 12 | Respuesta completa 2 | No |
No evaluable 1 | ||||||
[12] | Estudio de fase II | A10, AS2-1 | Glioma del tronco encefálico intrínseco difuso recidivante | 12 | Respuesta completa 2 | No |
[4] | Informe de casos | A10, AS2-1 | Distintos tipos | 3 | Reducción del tamaño tumoral (cáncer de mama en estadio IV; CPCNO en estadio IIIB) | Sís |
[18] | Informe de casos | A10, AS2-1 | Carcinoma hepatocelular en estadio avanzado | 2 | Disminución leve del trombo del tumor en la vena portat | Síu |
[10] | Ensayo clínico de fase II | A10, AS2-1 | Tumor encefálico recidivante (astrocitoma anaplásico o glioblastoma multiforme) | 9 (6 evaluables por la eficacia) | Ningunov | No |
[13] | Estudio de fase II | A10, AS2-1 | Glioma multicéntrico infantil recidivante y progresivo | 12 | Respuesta completa 2 | No |
No evaluable 1 | ||||||
[12] | Estudio de fase II | A10, AS2-1 | Glioma del tronco encefálico intrínseco difuso recidivante | 12 | Respuesta completa 2 | No |
[14] | Estudio de fase II | A10, AS2-1 | Tumor neuroectodérmico primitivo | 13 | Respuesta completa 3 | No |
[16] | Resumen de datos, ensayos de fase II | A10, AS2-1 | Glioma de tronco encefálico intrínseco difuso recidivante | 18 (2 notificados antes en[13]) | Respuesta completa 1 (1 notificado antes) | No |
Referencias:
- Burzynski SR, Stolzmann Z, Szopa B, et al.: Antineoplaston A in cancer therapy. (I). Physiol Chem Phys 9 (6): 485-500, 1977.
- Burzynski SR, Kubove E: Toxicology studies on antineoplaston A10 injections in cancer patients. Drugs Exp Clin Res 12 (Suppl 1): 47-55, 1986.
- Burzynski SR, Burzynski B, Mohabbat MO: Toxicology studies on antineoplaston AS2-1 injections in cancer patients. Drugs Exp Clin Res 12 (Suppl 1): 25-35, 1986.
- Tsuda H, Sata M, Kumabe T, et al.: Quick response of advanced cancer to chemoradiation therapy with antineoplastons. Oncol Rep 5 (3): 597-600, 1998 May-Jun.
- Burzynski SR: Toxicology studies on antineoplaston AS2-5 injections in cancer patients. Drugs Exp Clin Res 12 (Suppl 1): 17-24, 1986.
- Burzynski SR, Kubove E: Initial clinical study with antineoplaston A2 injections in cancer patients with five years' follow-up. Drugs Exp Clin Res 13 (Suppl 1): 1-11, 1987.
- Burzynski SR, Kubove E: Phase I clinical studies of antineoplaston A3 injections. Drugs Exp Clin Res 13 (Suppl 1): 17-29, 1987.
- Burzynski SR, Kubove E, Burzynski B: Phase I clinical studies of antineoplaston A5 injections. Drugs Exp Clin Res 13 (Suppl 1): 37-43, 1987.
- Sugita Y, Tsuda H, Maruiwa H, et al.: The effect of Antineoplaston, a new antitumor agent on malignant brain tumors. Kurume Med J 42 (3): 133-40, 1995.
- Buckner JC, Malkin MG, Reed E, et al.: Phase II study of antineoplastons A10 (NSC 648539) and AS2-1 (NSC 620261) in patients with recurrent glioma. Mayo Clin Proc 74 (2): 137-45, 1999.
- Burzynski SR: Efficacy of antineoplastons A10 and AS2-1. Mayo Clin Proc 74 (6): 641-2, 1999.
- Burzynski SR, Lewy RI, Weaver RA, et al.: Phase II study of antineoplaston A10 and AS2-1 in patients with recurrent diffuse intrinsic brain stem glioma: a preliminary report. Drugs R D 4 (2): 91-101, 2003.
- Burzynski SR, Weaver RA, Lewy RI, et al.: Phase II study of antineoplaston A10 and AS2-1 in children with recurrent and progressive multicentric glioma : a preliminary report. Drugs R D 5 (6): 315-26, 2004.
- Burzynski SR, Weaver RA, Janicki T, et al.: Long-term survival of high-risk pediatric patients with primitive neuroectodermal tumors treated with antineoplastons A10 and AS2-1. Integr Cancer Ther 4 (2): 168-77, 2005.
- Burzynski SR, Conde AB, Peters A, et al.: A retrospective study of antineoplastons A10 and AS2-1 in primary brain tumors. Clin Drug Investig 18 (1): 1-10, 1999.
- Burzynski SR, Janicki TJ, Weaver RA, et al.: Targeted therapy with antineoplastons A10 and AS2-1 of high-grade, recurrent, and progressive brainstem glioma. Integr Cancer Ther 5 (1): 40-7, 2006.
- Burzynski SR, Kubove E, Burzynski B: Treatment of hormonally refractory cancer of the prostate with antineoplaston AS2-1. Drugs Exp Clin Res 16 (7): 361-9, 1990.
- Kumabe T, Tsuda H, Uchida M, et al.: Antineoplaston treatment for advanced hepatocellular carcinoma. Oncol Rep 5 (6): 1363-7, 1998 Nov-Dec.
- Tsuda H, Hara H, Eriguchi N, et al.: Toxicological study on antineoplastons A-10 and AS2-1 in cancer patients. Kurume Med J 42 (4): 241-9, 1995.
Efectos adversos
Los efectos adversos del tratamiento con antineoplastones han oscilado entre síntomas moderados y de duración corta a efectos neurológicos tóxicos graves por los que algunos pacientes necesitaron interrumpir el tratamiento.[1]
En el Cuadro 3 se resumen los efectos adversos en los estudios citados.
Efecto adverso | Referencia |
---|---|
a Los efectos adversos más graves se observaron en este estudio, en el que se notificaron efectos neurotóxicoscomo somnolencia excesiva, somnolencia másconfusióny aumento en la frecuencia de lascrisis convulsivas motoras focalessubyacentes; edemacerebraly confusión persistente. Además, en el estudio se notificómialgias,eritema cutáneograve,pruritoy anasarca en las extremidades y la cara. | |
Anemia | [2,3] |
Aumento de lapresión arterial | [4,5] |
Mareos o vértigo | [6,7] |
Meteorismo | [4,8] |
Fiebrey escalofríos | [9,10,5,6,11,7,2] |
Malestar general, con o sinanorexia | [4,2] |
Cefaleas | [4,6,7,1] |
Hipocalcemia ehipercalcemia | [5,2] |
Aumento en el grosor de laepidermisrelacionado con descamación y crecimiento de las uñas más rápido que lo habitual | [11] |
Erupción maculopapular o exantema pruriginoso | [4,5,8,2] |
Mielodepresiónleve | [5,8,12] |
Náuseasyvómitos | [5,6,7,1,2] |
Toxicidad neurocortical grave | [1]a |
Entumecimiento | [2] |
Palpitaciones,taquicardiau opresión torácica con latidos cardíacos irregulares | [4,11,7,1] |
Edemaperiférico, edema facial y edema cerebral | [4,1] |
Inflamación, dolor o rigidez en las articulaciones pequeñas | [4,10,11,8] |
Referencias:
- Buckner JC, Malkin MG, Reed E, et al.: Phase II study of antineoplastons A10 (NSC 648539) and AS2-1 (NSC 620261) in patients with recurrent glioma. Mayo Clin Proc 74 (2): 137-45, 1999.
- Burzynski SR, Lewy RI, Weaver RA, et al.: Phase II study of antineoplaston A10 and AS2-1 in patients with recurrent diffuse intrinsic brain stem glioma: a preliminary report. Drugs R D 4 (2): 91-101, 2003.
- Burzynski SR, Janicki TJ, Weaver RA, et al.: Targeted therapy with antineoplastons A10 and AS2-1 of high-grade, recurrent, and progressive brainstem glioma. Integr Cancer Ther 5 (1): 40-7, 2006.
- Tsuda H, Hara H, Eriguchi N, et al.: Toxicological study on antineoplastons A-10 and AS2-1 in cancer patients. Kurume Med J 42 (4): 241-9, 1995.
- Burzynski SR, Burzynski B, Mohabbat MO: Toxicology studies on antineoplaston AS2-1 injections in cancer patients. Drugs Exp Clin Res 12 (Suppl 1): 25-35, 1986.
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- Burzynski SR, Kubove E: Phase I clinical studies of antineoplaston A3 injections. Drugs Exp Clin Res 13 (Suppl 1): 17-29, 1987.
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- Burzynski SR, Weaver RA, Janicki T, et al.: Long-term survival of high-risk pediatric patients with primitive neuroectodermal tumors treated with antineoplastons A10 and AS2-1. Integr Cancer Ther 4 (2): 168-77, 2005.
Resumen de las pruebas sobre los antineoplastones
Siempre que sea posible, se informa a los lectores sobre la solidez de las pruebas (es decir, los "niveles de evidencia científica") para ayudarles a evaluar los resultados de los estudios en seres humanos sobre terapias integrales, alternativas y complementarias del cáncer, relacionados con cada tipo de tratamiento. Para cumplir con los requisitos de un análisis de la evidencia, el estudio debe:
- Ser publicado en una revista científica con revisión externa.
- Informar sobre los resultados o desenlaces terapéuticos, tales como la respuesta del tumor, una mejora de la supervivencia o una mejora cuantificable en la calidad de vida.
- Describir los hallazgos clínicos con detalles suficientes como para poder realizar una evaluación significativa.
El tratamiento con antineoplastones se ha estudiado como una terapia complementaria y alternativa para el cáncer. Se han publicado informes de casos, estudios de toxicidad de fase l y algunos estudios clínicos de fase ll sobre la eficacia de los antineoplastones. En la mayoría de los casos, estas publicaciones fueron escritas por el descubridor del tratamiento, el Dr. S.R. Burzynski, junto con sus colaboradores en la Clínica Burzynski. Aunque en estos estudios se notifican con frecuencia remisiones, otros investigadores no han logrado reproducir estos resultados. (Para obtener más información, consultar la sección de este resumen sobre Estudios clínicos con seres humanos). La evidencia del uso de esta terapia con antineoplastones como tratamiento para el cáncer no son concluyentes. Se necesitan ensayos clínicos controlados para evaluar el valor de esta terapia.
Para calificar los estudios con humanos sobre la base de la solidez estadística del diseño del estudio y la solidez científica de los resultados del tratamiento (es decir, los criterios de valoración medidos), se asignan puntajes de niveles de evidencia científica. Los 2 puntajes resultantes se combinan para producir un puntaje total. Para obtener información sobre el análisis de los niveles de evidencia científica de los tratamientos integrales, alternativos y complementarios para el cáncer, consultar los Niveles de evidencia científica de los estudios de terapias integrales, alternativas y complementarias en seres humanos con cáncer.
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PDQ® . PDQ Antineoplastones. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/pro/antineoplastones-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
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Última revisión: 2022-03-10