La esteatosis hepática no alcohólica (NAFL o hígado graso) es una acumulación de grasa en el hígado en personas que beben poco o nada de alcohol. El hígado graso es el tipo más común de enfermedad hepática grasa no alcohólica (NAFLD).
Tener un hígado graso no es normal, pero puede no causar daño hepático. Pero algunas personas pueden llegar a tener un tipo de NAFLD más grave llamado esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés). Esto causa inflamación del hígado, lo que puede conducir a cirrosis e insuficiencia hepática.
Los expertos realmente no saben qué causa la acumulación de grasa en el hígado, pero la obesidad parece aumentar el riesgo. La mayoría de las personas que tienen un hígado graso también tienen uno o más de un grupo de problemas de salud llamados síndrome metabólico. Esto incluye obesidad, colesterol alto, presión arterial alta y resistencia a la insulina o diabetes.
La mayoría de las personas que tienen un hígado graso no tienen síntomas. Generalmente se diagnostica con análisis de sangre y pruebas de diagnóstico por imagen, como una tomografía computarizada, una ecografía o una resonancia magnética.
El tratamiento se enfoca en controlar las afecciones relacionadas, como la diabetes, y hacer cambios en el estilo de vida, lo que incluye perder peso si es necesario, seguir una dieta saludable y ser más activo. Las opciones para bajar de peso pueden incluir medicamentos o cirugía.