La trompa de Eustaquio es un pequeño conducto que conecta el oído medio con la garganta.
Su función es drenar el líquido desde el oído medio hasta la garganta.
Un resfriado puede hacer que el conducto se hinche e impedir que el líquido drene como debería.
Esto es un problema más frecuente en niños pequeños porque sus trompas son más pequeñas y no drenan tan bien.
Cuando la trompa de Eustaquio no drena, se acumula líquido en el oído medio.
Y ese es el lugar ideal para que se multipliquen virus y bacterias y se produzca una dolorosa infección de oído.
También puede dificultar la audición.
Los tubos temporales para el oído pueden aliviar este problema haciendo que el líquido salga de otra manera.
Colocar tubos en los oídos es una cirugía común, y su hijo generalmente se va a casa el mismo día. Así es como se hace...
Se hace un pequeño corte en el tímpano.
Esto permite que el líquido fluya desde el oído medio hasta el conducto auditivo, donde es aspirado por el médico.
A continuación se introduce un tubo de oído temporal en el corte en el oído.
Mientras el tubo de oído está colocado, ayuda a drenar el líquido y a mejorar la audición.
Estos tubos suelen permanecer en su lugar por entre 6 y 12 meses y luego se caen solos.