Historia de Jack: ¿Necesitaré operarme?

Historia de Jack

Jack lo recuerda bien, y no en el buen sentido. "Nunca olvidaré la primera vez que tuve dolor de espalda. No podía moverme. Tuve que gatear hasta el auto y empujarme y subirme al asiento. El viaje al consultorio médico fue duro. El dolor era increíble".

Cuando Jack llegó al consultorio médico, tenía preguntas.

"¿Qué puede hacer? ¿Tendré que operarme?"

Todo tipo de ayuda

Jack le dijo al médico que el dolor comenzó en mitad de la noche. No había estado involucrado en un accidente y nunca había tenido problemas de espalda antes.

El médico le dijo que un analgésico de venta libre como ibuprofeno (como Advil) probablemente podría aliviar el dolor.

"Dijo que debería caminar si era posible y tratar de estar activo", dice Jack. "Le pregunté sobre pruebas, como una radiografía, y dijo que en ese momento no ayudarían".

Progreso lento y constante

Su espalda mejoró, pero con lentitud. "Perdí 3 o 4 días de trabajo. Cuando volví al trabajo, me ponía de pie durante las reuniones y daba varias caminatas cortas al día. Todavía dolía mucho. Pero estaba mejorando. Tardó unos 2 meses volver a sentirse bien".

La experiencia hizo que Jack pensara en su espalda. Habló con amigos sobre el dolor de espalda, buscó el tema en línea y habló más con el médico. Descubrió que el dolor lumbar puede doler mucho, pero probablemente no se necesiten pruebas, y rara vez se necesita cirugía. Pero, sobre todo, aprendió que se necesita tiempo.

"Algunas personas mejoran rápidamente, pero a otras les lleva mucho tiempo. Ese fue mi caso. Si tienes dolor de espalda, haz lo que puedas para aliviarlo, pero no te apresures. Por lo general, mejora".

Esta historia se basa en información recopilada de muchas personas que viven con este problema de salud.