Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en niños: Instrucciones de cuidado

Generalidades

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una afección de salud mental. Hace que su hijo tenga pensamientos indeseados de manera reiterada. Para detener esos pensamientos, su hijo podría empezar a manifestar una compulsión. Esto es una acción o ritual que se hace una y otra vez.

Por ejemplo, un niño podría preocuparse constantemente de que si se ensucia, se enfermará. Para lidiar con este sentimiento, el niño podría lavarse las manos o la ropa o limpiar cosas una y otra vez.

La acción hace que su hijo se sienta mejor solo por un corto tiempo. Si su hijo trata de resistir la necesidad de hacerlo, podría sentirse muy ansioso o tener ataques de pánico. Lo mismo puede ocurrir si no se le permite a su hijo realizar la acción.

La terapia puede ayudar a su hijo a aprender a controlar pensamientos y acciones. Su hijo podría hacer terapia individual, terapia grupal y terapia centrada en la familia.

Es posible que su médico también le recete medicamentos para aliviar los síntomas.

¿Cómo puede cuidar a su hijo en el hogar?

• Dele a su hijo los medicamentos exactamente tal como se los recetaron. Llame al médico si cree que su hijo está teniendo un problema con un medicamento.
• Asegúrese de que su hijo asista a sus citas de asesoría psicológica y de seguimiento.
• Pregúntele al terapeuta de su hijo cómo puede usted ayudar a su hijo con cualquier tarea que el terapeuta le dé para hacer en casa.
• Involucre a sus familiares y a otros seres queridos en el tratamiento de su hijo, sobre todo si su médico sugiere que vayan juntos a terapia.
• Ayude a su hijo a enfrentar el estrés de manera saludable.
  • Hacer ejercicio con regularidad. Esto podría ser actividades como caminar, montar en bicicleta, jugar al aire libre y los deportes.
  • Escribir o dibujar acerca de las cosas que le molestan a su hijo.
  • Hablar, reír, llorar y expresar enojo cuando su hijo necesite hacerlo.
  • Comer alimentos saludables. Es bueno evitar la cafeína. El café, las bebidas energizantes, algunas bebidas gaseosas y el chocolate tienen cafeína. La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños y los adolescentes no consuman bebidas energizantes.