Síndrome de dolor femororrotuliano en adolescentes: Instrucciones de cuidado

Generalidades

El síndrome de dolor femororrotuliano es dolor en la parte delantera de la rodilla. (La rótula es el hueso plano de la rodilla y el fémur es el hueso del muslo). Está causado por uso excesivo, músculos del muslo (cuádriceps) débiles o un problema con el modo en que se mueve la rótula. El exceso de peso también puede causar este síndrome.

En algunos casos, la rótula no se mueve ni se desliza de manera normal. Podrías tener dolor de rodilla al correr, caminar cuesta abajo o al bajar escaleras, o al hacer otras actividades. Estar sentado por mucho tiempo también puede causar dolor de rodilla.

Tu dolor de rodilla puede mejorar con cuidados en el hogar. Los ejercicios para fortalecer los cuádriceps también pueden ayudar. Bajar de peso, si lo necesitas, también podría ayudar con el dolor.

El dolor en la parte delantera de la rodilla también puede ser causado por condromalacia. En el caso de este problema, la parte inferior del cartílago de la rodilla se degenera y desgasta. El cartílago es un tejido elástico que protege las articulaciones.

¿Cómo puedes cuidarte en el hogar?

• Pregúntale a tu médico si puedes tomar un analgésico de venta libre, como acetaminofén (Tylenol), ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve). Sé prudente con los medicamentos. Lee y sigue todas las instrucciones de la etiqueta.
• No tomes dos o más analgésicos al mismo tiempo a menos que el médico te lo haya indicado. Muchos analgésicos contienen acetaminofén, que es Tylenol. El exceso de acetaminofén (Tylenol) puede ser dañino.
• Descansa y protege la rodilla. Toma descansos de las actividades que te produzcan dolor, como sentarte o estar de rodillas por mucho tiempo.
• Colócate hielo o una compresa fría sobre la rodilla durante 10 a 20 minutos después de la actividad. Ponte un paño delgado entre el hielo y la piel.
• Si el médico te recomienda un vendaje elástico, una rodillera u otro tipo de soporte para la rodilla, úsalos según te lo indique.
• Si no tienes la rodilla hinchada, puedes aplicar calor húmedo, una almohadilla térmica o un paño tibio sobre ella. Luego de varios días de reposo, puedes comenzar a hacer ejercicios suaves con la rodilla.
• Alcanza y mantén un peso saludable. Tener sobrepeso pone presión sobre las rodillas.
• Usa zapatos deportivos que te brinden un buen soporte, especialmente para correr.
• Usa plantillas o calzado ortopédico, si te ayudan a reducir el dolor de rodilla. Se venden en muchas farmacias y zapaterías.
• Consulta a un fisioterapeuta para aprender más ejercicios y estiramientos para fortalecer las piernas.