Septicemia: Instrucciones de cuidado

Generalidades

La septicemia (sepsis) es una reacción intensa a una infección. Puede causar daño al organismo y dar lugar a presión arterial peligrosamente baja. Es posible que tenga inflamación en grandes zonas del organismo. Puede dañar los tejidos e incluso penetrar los órganos.

Las infecciones que pueden provocar la septicemia incluyen:

• Una infección de la piel, como por un corte.
• Una infección pulmonar como la neumonía.
• Una infección renal.
• Una infección intestinal como E. coli.

La septicemia se trata con antibióticos. El médico tratará de detectar la infección que produjo la septicemia. También le administrarán líquidos por vena (vía intravenosa o IV). Las máquinas monitorizarán sus constantes vitales, incluida la temperatura, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y la frecuencia del pulso.

Los efectos físicos y mentales de la septicemia podrían no percibirse durante varias semanas después del tratamiento. Y pueden durar mucho tiempo después de que la infección haya desaparecido.

Los problemas físicos pueden incluir:

• Sensación de debilidad y cansancio.
• Falta de aire.
• Dolores.
• Problemas para moverse.
• Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.
• Piel seca y con picazón, uñas quebradizas y pérdida del cabello.

Algunos de estos efectos pueden causarle problemas con los órganos o con los pies, las piernas, las manos o los brazos.

La septicemia también puede afectarle la mente y las emociones. Los problemas pueden incluir:

• Falta de confianza en sí mismo.
• Ansiedad.
• Pesadillas.
• Depresión y problemas anímicos.
• Deseos de evitar a otras personas.
• Confusión.
• Reviviscencias ("flashbacks") y malos recuerdos de su enfermedad.

Es importante que se cuide y trate de evitar las infecciones. Esto podría reducir su riesgo de contraer septicemia de nuevo.

¿Cómo puede cuidarse en el hogar?

• Sea prudente con los medicamentos. Tome los medicamentos exactamente como se los recetaron. Llame al médico si cree que está teniendo un problema con su medicamento.
• Si el médico le recetó antibióticos, tómelos según las indicaciones. No deje de tomarlos solo por el hecho de sentirse mejor. Debe tomar todos los antibióticos hasta terminarlos.
• Ayude a prevenir las infecciones futuras.
  • Evite las infecciones como el COVID-19, los resfriados y la gripe. Lávese las manos con frecuencia. Manténgase al día con las vacunas contra el COVID-19. Y vacúnese contra la gripe todos los años.
  • Pregúntele al médico si necesita una vacuna antineumocócica (para prevenir la neumonía, la meningitis y otras infecciones). Si ya le han puesto una antes, pregúntele al médico si necesita otra dosis.
  • Limpie las heridas o rasguños.
• Beba mucho líquido para prevenir la deshidratación.
• Aliméntese de manera saludable. Incluya en su alimentación frutas, verduras y cereales integrales todos los días.
• Si el médico lo recomienda, trate de hacer algo de actividad física.