Salud del pie diabético: Instrucciones de cuidado

Cuando tiene diabetes, sus pies necesitan cuidados adicionales. La diabetes puede dañar los nervios y los vasos sanguíneos de sus pies. Es posible que no sienta una ampolla, un callo u otra lesión. Podría convertirse en una llaga más grande (úlcera), o podría provocar una infección grave. Cuidar sus pies puede ayudarle a prevenir estos problemas.

¿Cómo puede cuidarse los pies?

El cuidado de los pies puede ser rápido y sencillo. Puede realizar el cuidado diario de sus pies cuando se esté bañando o preparándose para ir a la cama.

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  Compruebe a diario si tiene ampollas o llagas en los pies. Utilice un espejo o pídale a alguien que le ayude, si es necesario.

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  Lávese los pies todos los días. Utilice agua tibia (no caliente). Séquese los pies con toques suaves de toalla. No los frote. Y séquese bien entre los dedos.

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  Póngase una fina capa de loción en los pies. Deje de utilizar cualquier loción que le provoque un salpullido.

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  Hable con el médico sobre cómo recortarse las uñas de los pies. Hágaselas recortar en el consultorio médico o en una clínica podológica (podólogo), si es necesario. Esto es especialmente importante si padece neuropatía o pérdida de visión, o si las uñas de sus pies son gruesas y amarillas.

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  Si se recorta las uñas de los pies, hágalo de forma recta. Recórtelas después de bañarse. Utilice una lima de uñas para alisar los bordes afilados.

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  Utilice un calzado adecuado. No lleve sandalias ni zapatos con suelas muy finas, y no vaya descalzo.

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  Informe al médico si tiene un problema en el pie. Reciba tratamiento para un problema en el pie de inmediato, aunque sea algo pequeño como una ampolla.

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  Realice un seguimiento de su nivel de azúcar en sangre para mantenerlo dentro de los límites deseados. Siga su plan de comidas e intente mantenerse activo cada día. Tome los medicamentos tal y como le fueron recetados.

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  Si fuma, déjelo o limite su consumo todo lo que pueda. Hable con el médico si necesita ayuda para dejar de fumar.

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¿Cuándo debe pedir ayuda?

Llame al médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:

• Tiene una llaga en el pie, una úlcera o rotura en la piel, callos o helomas (ojos de gallo) sangrantes o una uña encarnada.
• Tiene zonas azules o negras, lo que puede significar hematomas o problemas de irrigación sanguínea.
• Tiene la piel descamada o ampollas diminutas entre los dedos de los pies o la piel agrietada o supurante.
• Tiene fiebre durante más de 24 horas y le duelen los pies.
• Tiene un nuevo entumecimiento u hormigueo en los pies que no desaparece después de mover los pies o cambiar de posición.
• Tiene una hinchazón inexplicable o inusual del pie o del tobillo.

Vigile de cerca los cambios en su salud y asegúrese de ponerse en contacto con el médico si:

• No puede cuidarse los pies de manera adecuada.

La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas y llame al médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus pruebas y mantener una lista de los medicamentos que toma.