Generalidades del tratamiento
La radiación se puede usar para controlar el dolor al destruir un tumor en crecimiento que invade o interfiere en el tejido normal, como cuando un tumor presiona los huesos, los nervios u otros órganos. Esto se puede hacer con radiación a una parte del cuerpo o, en casos pocos frecuentes, con radiación a todo el cuerpo. O bien, se le puede aplicar una inyección con un medicamento radiactivo.
La radioterapia es el uso de rayos X para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores. La radiación daña las células de la zona tratada, y detiene o ralentiza el crecimiento de las células cancerosas.
Por qué se administra
La radioterapia se utiliza para controlar el dolor cuando un tumor en crecimiento invade o interfiere en los tejidos normales, como los huesos, los nervios u otros órganos.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios son comunes con la radioterapia y pueden depender de la zona del cuerpo que recibe la radiación. Los efectos secundarios pueden incluir:
- Fatiga.
- Náuseas, vómitos y diarrea.
- Tos o dolor torácico.
- Dolor en la boca o el esófago, especialmente al tragar.
- La piel cercana a la zona de tratamiento puede tener el aspecto y el tacto de una quemadura solar.
- Un brote de dolor que dura unos días. Esto es común con los tratamientos para los tumores óseos.
Los efectos secundarios pueden tratarse con analgésicos y medicamentos contra las náuseas. Suelen desaparecer unas semanas después de finalizar los tratamientos.
Cuál es su eficacia
La radioterapia puede reducir el dolor al disminuir el tamaño de un tumor. La mayoría de las personas que tienen dolor óseo en un lugar o solo en unos pocos lugares sufren menos dolor después de este tratamiento. Pueden ser necesarios uno o varios tratamientos para aliviar el dolor.
Créditos
Revisado: 25 octubre, 2024