Instrucciones de cuidado
Las queratosis seborreicas son crecimientos abultados en la piel, con apariencia de escamas o verrugas. Por lo general, parecen como si estuvieran adheridos a la piel. Frecuentemente crecen agrupados en la espalda o el pecho y son más comunes en las personas mayores. Una queratosis seborreica puede ser de un tono bronceado o amarronado oscuro. No es un lunar y casi siempre es inofensiva. Sin embargo, sigue siendo una buena idea inspeccionar su piel con regularidad.
A veces, una queratosis seborreica puede producir picazón. Si se rasca puede provocar sangrado y, a veces, dejar una cicatriz.
Una queratosis seborreica solo se extrae si le causa molestias. El médico la eliminará congelándola o la raspará con un instrumento. Para eliminar la queratosis, el médico también puede utilizar un tratamiento con láser. Por lo general, después del tratamiento la piel tendrá una apariencia normal, aunque puede quedar una marca clara u oscura, o incluso una cicatriz.
La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus exámenes y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Cómo puede cuidarse en el hogar?
- Si la ropa irrita la queratosis seborreica, cúbrala con una venda para prevenir el roce y el sangrado.
- Si le han eliminado una queratosis seborreica, limpie la zona con agua y jabón dos veces al día a menos que su médico le dé instrucciones diferentes. No use agua oxigenada ni alcohol, los cuales pueden retrasar la curación.
- Puede cubrirse la herida con una capa delgada de vaselina y una venda no adherente.
- Si ve un cambio en una excrecencia en la piel, comuníquese con el médico. Fíjese si tiene:
- Un lunar que sangre.
- Un lunar que crezca rápidamente.
- Un crecimiento con escamas o costra en la piel.
- Una llaga que no sane.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Tiene una zona de piel normal que repentinamente cambia de forma, tamaño o apariencia.
- Tiene la piel muy agrietada por rascarse.
- Tiene señales de infección, tales como:
- Dolor, aumento de la temperatura o hinchazón en la piel.
- Vetas rojizas cerca de una herida en la piel.
- Pus que sale de una herida en la piel.
- Fiebre que no se debe a la gripe u otra enfermedad.
Preste especial atención a los cambios en su salud y asegúrese de comunicarse con su médico si:
- No mejora como se esperaba.
Revisado: 16 noviembre, 2023
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
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