Problemas del sueño en niños pequeños: Instrucciones de cuidado

Generalidades

A medida que los bebés se convierten en niños pequeños, sus hábitos de sueño cambian. El mundo es cada vez más excitante y es posible que su hijo pequeño no esté preparado para dormir a la hora de acostarse. La hora de la siesta también puede cambiar. Puede que su hijo pequeño se resista a dormir la siesta por la mañana y quiera descansar solo por la tarde.

Si cree que su hijo pequeño no duerme lo suficiente, hable con el médico. Los niños de 1 a 3 años necesitan dormir entre 10 y 14 horas al día, incluyendo las siestas.

Es habitual que los niños pequeños se despierten por la noche. Una rutina fija a la hora de acostarse puede ayudar a evitar algunos de esos problemas. Hacer las mismas cosas en orden cada noche ayuda a su hijo a saber qué esperar y a dormir mejor.

Pero algunos niños pequeños tienen trastornos del sueño que les impiden a ellos, y a menudo a sus familiares, dormir lo suficiente. Estos problemas incluyen:

• Terrores nocturnos. Su hijo pequeño se despierta gritando mientras duerme. Y luego, cuando está despierto, no recuerda haber llorado ni qué lo provocó.
• Ronquidos o problemas para respirar como apnea del sueño.

El médico colaborará con usted para averiguar cuál es la causa del problema de sueño de su hijo pequeño. Para muchos niños, hacer ejercicio regularmente, comer bien y tener una buena rutina a la hora de acostarse alivia los problemas de sueño. Si prueba estos cambios y su hijo sigue teniendo problemas, el médico puede sugerirle pruebas u otro tratamiento.

¿Cómo puede cuidar a su hijo en el hogar?

• Establezca una rutina nocturna para ayudarle a su hijo a prepararse para acostarse y dormirse. Por ejemplo, lean juntos, acurrúquense y escuchen música suave de 15 a 30 minutos antes de apagar las luces. Haga las cosas en el mismo orden cada noche para que su hijo sepa qué esperar.
  • Haga que su hijo se vaya a dormir a la misma hora todas las noches y que se despierte a la misma hora cada mañana.
  • Mantenga la habitación de su hijo en silencio, fresca, oscura o iluminada con luz tenue.
  • Limite las actividades que lo estimulen, como jugar o mirar la televisión, en las horas antes de acostarse.
  • Limite el consumo de alimentos o bebidas cerca de la hora de acostarse.
• Vea si su hijo necesita un cambio de pañal si se despierta llorando en la noche. Si es así:
  • Cámbielo en silencio. Mantenga la luz tenue.
  • Trate de no jugar con su hijo. Póngalo otra vez en su cuna o cama después de cambiarlo.
• Si su hijo se despierta y lo llama a usted en mitad de la noche, respóndale todas las veces del mismo modo. Consuélelo rápidamente, pero luego salga de la habitación.
• Ayude a evitar las pesadillas controlando lo que su hijo ve en la televisión.
• No trate de despertarlo durante un episodio de terror nocturno. En cambio, tranquilícelo y sosténgalo para evitar que se lastime.
• Si su hijo tiene sobrepeso, establezca metas para controlar su peso. La obesidad podría provocar trastornos del sueño o empeorarlos.
• Si su médico le receta medicamentos a su hijo, haga que los tome tal como se lo indicaron. Llame a su médico si su hijo tiene algún problema con su medicamento.

Siestas

Su hijo que está creciendo puede estar demasiado emocionado para querer dormir una siesta. Pero aun si su hijo no quiere dormir, generalmente necesita de todas maneras un descanso. Los siguientes consejos pueden ayudarle a la hora de la siesta.

• Haga que su hijo duerma la siesta en el mismo lugar en que duerme en la noche, si es posible.
• Avísele a su hijo que se aproxima la hora de la siesta, diciéndole algo como "10 minutos más y es hora de acostarte". Disminuya el ritmo a medida que se acerca la hora de la siesta. Jueguen en silencio, lean libros o comiencen otras actividades calmantes.
• Programe las siestas de manera que no sean después de las 3 o las 4 de la tarde, o podría tener dificultades para llevar a su hijo a la cama a la hora de dormir.
• Asegúrese de que la habitación para la siesta esté en silencio y oscura. Trate de poner música suave, encender un ventilador o proporcionar sonidos calmantes.