Aprende sobre el ADHD en adolescentes

¿Cómo es vivir con ADHD?

Si has tenido el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) desde la infancia, tal vez conozcas los síntomas.

Las personas con ADHD pueden tener dificultades para prestar atención. Podría ser difícil terminar proyectos en los que no estás interesado, y podrías obsesionarte con las cosas que realmente te gusta hacer. Podría costarte seguir conversaciones o prestar atención a tus amigos. Es posible que no te guste leer por mucho tiempo. Tal vez te aburras con algunas clases de trabajos. Quizá te olvides o pierdas cosas.

Las personas con ADHD pueden ser impulsivas y actuar antes de pensar. Tú podrías tomar decisiones rápidas como gastar demasiado dinero o conducir demasiado rápido.

Y las personas con ADHD pueden ser hiperactivas. Podrías moverte nerviosamente o sentirte "acelerado". Podría costarte relajarte.

Ahora que estás en la adolescencia, puedes aprender más sobre tu propio ADHD. A medida que creces y asumes más responsabilidades —como conducir, obtener un empleo, salir con alguien y pasar más tiempo fuera del hogar— es todavía más importante que manejes tu ADHD. El ADHD es un trastorno que puedes manejar. Los síntomas no tienen que definirte como persona. Tú puedes darte cuenta de cómo manejar tu ADHD con el plan adecuado en la escuela, el apoyo adecuado en casa y, si es necesario, el medicamento adecuado.

¿Cómo manejas el trastorno por déficit de atención con hiperactividad?

Puedes manejar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) manteniendo tus tareas escolares y tu vida mejor organizadas, hablando con un consejero y tomando medicamentos si tu médico lo recomienda.

Los medicamentos para el ADHD incluyen estimulantes, no estimulantes, antihipertensores y antidepresivos. El medicamento adecuado puede ayudarte a estar más calmado y concentrado. Puede ayudarte con las relaciones. Pero algunos medicamentos tienen efectos secundarios. Estos efectos secundarios incluyen dolores de cabeza, pérdida de apetito y problemas para dormir o somnolencia. Y es importante saber que los efectos de usar estos medicamentos por largos períodos de tiempo no han sido estudiados.

• Sé prudente con los medicamentos. Toma tus medicamentos exactamente como te los recetaron. Llama a tu médico si piensas que estás teniendo un problema con tu medicamento.
• No compartas ni vendas tu medicamento ni tomes un medicamento para el ADHD que no sea tuyo. Compartir y vender medicamentos para el ADHD es un gran problema entre los adolescentes. Es ilegal y peligroso.

Busca un consejero que te agrade y sea de tu confianza. Sé abierto y honesto en tus diálogos. Está dispuesto a hacer algunos cambios.

Elimina distracciones en el hogar, el trabajo y la escuela. Mantén los espacios de trabajo limpios y ordenados. Trata de planificar tu tiempo de manera organizada.

¿Cómo puedes manejar el ADHD en la escuela?

Tú puedes defender tus intereses en la escuela. Habla con tus maestros acerca de tu trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) al comienzo del año escolar y cuando tu horario cambie con un nuevo semestre. Haz un plan con tus maestros para aprovechar lo que más puedas de la escuela. Esto podría comprender fijar rutinas para las tareas escolares y las actividades y rendir exámenes en lugares silenciosos. Y busca aplicaciones, videos y podcasts que te ayuden a estudiar.

Podría resultarte útil estudiar en períodos intensos y breves y tomar muchos descansos. Practica hacer listas de las cosas que tienes que hacer. Piensa en hacerte de una agenda diaria o usa una aplicación de agenda en tu teléfono inteligente o tableta. Estas herramientas pueden ayudarte a estar organizado. También puedes hablar con tus padres, maestros o un consejero escolar si tienes problemas en cualquiera de tus clases.

Practica mantenerte concentrado en clase. Toma buenas notas. Subraya o destaca la información importante, y piensa por anticipado. Ten muchos marcadores, plumas y lápices a tu alcance si te ayudan a mantenerte concentrado.

Busca materias que te gusten en la escuela e inscríbete para esas clases. Y no te olvides de dedicarte tiempo para hacer actividad y divertirte un poco. Prueba un deporte nuevo o toma una clase de arte, drama o música.

Cuando sea el momento de solicitar admisión a la universidad o de hacer planes para después de la escuela secundaria, piensa en tus necesidades. Si vas a ir a la universidad, piensa en el tamaño de la escuela. ¿Qué servicios médicos y de tutoría ofrece? ¿Cómo son las disposiciones de vivienda? Y piensa en las carreras que son más adecuadas para ti.