La recuperación de su hijo
El halo cervical de su hijo previene que el cuello y la columna vertebral se muevan mientras sana su columna. Su hijo lo deberá usar todo el tiempo. El anillo (o halo) alrededor de la cabeza de su hijo se sostiene con cuatro tornillos (o clavos) que se sujetan al cráneo. Cuatro barras unen el anillo a un chaleco rígido y liviano que se pone alrededor del pecho. De esta forma, el cuello y la columna vertebral se mueven como si fueran una unidad, y la lesión de la columna puede sanar. La mayoría de las personas usan el halo entre 6 y 12 semanas.
Al principio, su hijo puede sentir dolor o rigidez en el cuello y en la espalda. Esto debería mejorar a medida que su hijo se acostumbra a usar el halo. Es posible que los primeros días tenga algo de dolor en los lugares donde le insertaron los clavos. Es posible que le resulte difícil a su hijo estar sentado o parado en la misma posición durante mucho tiempo, y podría necesitar ayuda para cambiar de posición.
El médico puede recomendarle que haga que su hijo trabaje con un fisioterapeuta durante la recuperación. Su hijo deberá aprender cómo levantar objetos, girar e inclinarse para evitar ejercer demasiada presión sobre el cuello y la espalda.
Durante las semanas que use un halo, su hijo acudirá periódicamente a citas médicas. El médico verificará la posición del halo craneal y ajustará los clavos o el chaleco según sea necesario. Es posible que se tomen radiografías en estas citas para asegurarse de que el cuello y la columna vertebral de su hijo estén alineados.
Esta hoja de cuidados le da una idea general del tiempo que le llevará a su hijo recuperarse. Sin embargo, cada niño se recupera a un ritmo diferente. Siga los pasos que se mencionan a continuación para ayudar a su hijo a recuperarse lo más rápido posible.
¿Cómo puede cuidar a su hijo en el hogar?
Actividad
- Asegúrese que su hijo descanse cuando se sienta cansado. Dormir lo suficiente ayudará con la recuperación.
- Haga que su hijo trate de caminar todos los días. Poco a poco, aumente la distancia que camina su hijo cada día. Caminar es un ejercicio ligero y ayuda a prevenir la neumonía y el estreñimiento. Caminar también podría reducir el dolor muscular.
- Si el médico se lo indica, es posible que su hijo deba evitar levantar objetos que causen demasiada tensión en el cuello. Esto puede incluir juguetes pesados o una mochila pesada.
- Su hijo no podrá realizar ninguna actividad extenuante hasta que sane la columna vertebral.
- Evite que su hijo viaje en automóvil durante largos períodos de tiempo. Si su hijo debe viajar en automóvil durante una larga distancia, deténgase con frecuencia para salir y caminar. Es posible que su hijo necesite aprender a entrar y salir de los automóviles de manera segura.
- Haga que su hijo intente cambiar de posición cada 30 minutos mientras está sentado o de pie. Esto ayudará a reducir el dolor de cuello y espalda mientras su hijo se recupera. Su hijo deberá girar el cuerpo y la cabeza a la vez cuando se mueva de una posición acostada a una posición sentada o de pie. Es posible que su hijo necesite ayuda para caminar hasta que se acostumbre al peso del halo craneal.
Alimentación
- Su hijo puede comer una dieta normal. Si su hijo tiene malestar estomacal, pruebe alimentos suaves y bajos en grasa, como arroz sin condimentar, pollo asado, pan tostado y yogur.
- Dele muchos líquidos a su hijo (a menos que su médico le indique lo contrario).
- Puede notar que su hijo no evacua el intestino con regularidad justo después de la cirugía. Esto es común. Trate de evitar el estreñimiento y que haga esfuerzos al evacuar el intestino. Es posible que desee darle a su hijo un suplemento de fibra todos los días. Si su hijo no ha evacuado el intestino tras un par de días, dele un laxante suave.
Medicamentos
- Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga todas las indicaciones de la etiqueta.
- Si su hijo no está tomando un analgésico recetado, pregúntele al médico si puede tomar un medicamento de venta libre.
- Si el médico le recetó un analgésico a su hijo, déselo según las indicaciones.
- Guarde los analgésicos recetados de su hijo donde nadie más pueda alcanzarlos. Cuando termine de usarlos, deséchelos de forma rápida y segura. Su farmacia u hospital local podrían tener un punto de entrega.
- Si el médico le recetó antibióticos a su hijo, déselos según las indicaciones. No deje de dárselos por el hecho de que su hijo se sienta mejor. Es necesario que su hijo tome todos los antibióticos hasta terminarlos.
- Si cree que el analgésico le está causando malestar estomacal a su hijo:
- Déselo después de las comidas (a menos que el médico le haya indicado lo contrario).
- Pídale al médico un analgésico diferente.
Cuidado del sitio de inserción de los clavos
- A diario, limpie con cuidado los clavos y los lugares donde se colocaron los clavos con una solución de limpieza. Use un hisopo o un trozo de gasa nuevos para cada clavo. Y use un hisopo o un trozo de gasa nuevos para secar cada zona. Asegúrese de entender cómo cuidar el halo craneal de su hijo, los lugares donde se colocan los clavos y el chaleco antes de que su hijo deje el hospital.
- Mantenga las zonas de los clavos limpias y secas. Puede cubrirlas con una venda de gasa si supuran líquido. Cambie los vendajes a diario.
- También será necesario revisar el chaleco de su hijo para asegurarse de que no tenga ningún problema en la piel debajo.
Ejercicio
- Haga que su hijo practique ejercicios de acuerdo con las instrucciones de su médico.
- Es posible que su médico le recomiende que su hijo trabaje con un fisioterapeuta para mejorar la resistencia y la flexibilidad de su cuello y espalda.
La atención de seguimiento es una parte clave del tratamiento y la seguridad de su hijo. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si su hijo está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes de su hijo y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame al 911 en cualquier momento que considere que su hijo necesita atención de urgencia. Por ejemplo, llame si:
- Su hijo se desmaya (pierde el conocimiento).
- Su hijo tiene dolor repentino en el pecho y falta de aire, o tose sangre.
- Su hijo es completamente incapaz de mover un brazo o una pierna.
Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Su hijo tiene dolor que no mejora después de tomar un analgésico.
- Su hijo tiene un dolor de cabeza que no mejora después de tomar medicina.
- Su hijo tiene síntomas nuevos o peores en los brazos, las piernas, el tórax, el abdomen o las nalgas. Los síntomas pueden incluir:
- Entumecimiento u hormigueo.
- Debilidad.
- Dolor.
- Su hijo pierde el control de la vejiga o del intestino.
- Nota que un clavo o cualquier parte del halo craneal parece estar suelto o fuera de lugar.
- A su hijo le sale sangre u otro líquido de los lugares donde se insertaron los clavos.
- Su hijo siente una zona caliente o adolorida debajo del halo craneal.
- Su hijo tiene señales de infección, tales como:
- Mayor dolor, hinchazón, enrojecimiento o aumento de la temperatura en la zona.
- Vetas rojizas que salen de los lugares donde le insertaron los clavos.
- Pus que sale de los lugares donde le insertaron los clavos.
- Fiebre.
Preste especial atención a los cambios en la salud de su hijo y asegúrese de comunicarse con su médico si:
- Su hijo no mejora como se esperaba.
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.