Espondilitis anquilosante: Instrucciones de cuidado

Generalidades

La espondilitis anquilosante es un tipo de artritis. Causa dolor y rigidez en el cuello y la espalda. En algunas personas afecta también al pecho, a las articulaciones o a los ojos.

Este problema es diferente para cada persona. Usted puede notar que su dolor va y viene. O tal vez no puede mover muy bien la espalda o el cuello.

En ocasiones, las articulaciones de la columna vertebral pueden juntarse con el tiempo. Esto se llama fusión. Si esto ocurre, su cuerpo podría doblarse hacia adelante en una posición fija.

Si realiza ejercicios, podrá moverse mejor y reducir la rigidez. Los ejercicios también pueden ayudarle con su postura y retrasar el progreso de la enfermedad. Tal vez quiera probar la fisioterapia.

Los medicamentos también pueden aliviar el dolor y la rigidez.

¿Cómo puede cuidarse en el hogar?

• Tome medicamentos para el dolor y la rigidez exactamente según las indicaciones.
  • Si no está tomando un analgésico recetado, pregúntele al médico si puede tomar un medicamento de venta libre. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno, parecen ser los más eficaces para la espondilitis anquilosante. Si no puede tomar AINE, hable con su médico acerca de otras opciones. Lea y siga todas las indicaciones de la etiqueta.
• Si el médico lo aprueba, intente hacer algunos ejercicios para mantener un buen movimiento en las articulaciones.
• Pregúntele a su médico sobre otras actividades y ejercicios. Si el médico lo aprueba, quizás quiera tomar clases de yoga o Pilates. Estas pueden ayudar a fortalecer el abdomen, la espalda y las caderas.
• Tal vez quiera probar a usar un bastón o un andador. Estos pueden ayudar a reducir el dolor al caminar.
• Dado que las personas con esta afección pueden correr un riesgo más alto de lesión de la médula espinal, es importante que use el cinturón de seguridad cada vez que maneje o ande en auto.
• Mantenga una buena postura. Esto puede ayudar a mantener la espina dorsal más recta. Intente acostarse sobre el estómago varias veces al día para mantener la espina dorsal y las caderas extendidas. Duerma sobre un colchón firme. Y use una almohada pequeña que le dé apoyo al cuello.
• Siga los consejos de su médico en cuanto a fisioterapia. Un fisioterapeuta puede moverle las articulaciones para mejorar su movilidad. El terapeuta también puede mostrarle cómo estirar las articulaciones. Asimismo, usted puede aprender ejercicios para hacer en el hogar. Y puede aprender a usar calor o hielo para aliviar el dolor y la rigidez.
• Hágase examinar la visión con regularidad. Estas revisiones pueden examinar si usted tiene un problema en los ojos llamado iritis que puede aparecer con esta afección.
• No fume. Las personas que tienen esta afección corren el riesgo de tener infecciones pulmonares. Y fumar puede hacer que sea más difícil respirar. Si necesita ayuda para dejar de fumar, hable con su médico sobre programas y medicamentos para dejar de fumar. Pueden aumentar sus probabilidades de dejar el hábito para siempre.