Instrucciones de cuidado
La epilepsia es una afección común que causa crisis epilépticas (convulsiones) repetidas. Las crisis son causadas por estallidos anormales de actividad eléctrica en el cerebro. Las crisis pueden causar problemas de control muscular, movimiento, habla, visión o estado de conciencia. Pueden resultar atemorizadoras.
La epilepsia afecta a cada persona de manera diferente. Algunas personas tienen solo unas pocas crisis. Otras pueden tenerlas con más frecuencia.
Es normal preocuparse cuando su hijo tiene un episodio de convulsiones. Pero también es importante permitir que su hijo viva, juegue y aprenda como otros niños.
Su hijo puede tomar medicamentos para controlar y reducir las crisis epilépticas. Y usted puede encontrar maneras de ayudar a mantener a su hijo lo más seguro posible. Su médico y usted tendrán que encontrar la combinación, el programa y la dosis de medicamento correctos. Esto podría llevar algún tiempo y requerir ajustes cuidadosos.
Es posible que las crisis empeoren y ocurran con más frecuencia con el tiempo.
La atención de seguimiento es una parte clave del tratamiento y la seguridad de su hijo. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si su hijo está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes de su hijo y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Cómo puede cuidar a su hijo en el hogar?
- Sea prudente con los medicamentos. Haga que su hijo tome los medicamentos exactamente como le fueron recetados. Llame a su médico si cree que su hijo está teniendo un problema con su medicamento.
- Elabore un plan de tratamiento con su médico. Asegúrese de que su hijo siga el plan.
- Ayude a su hijo a identificar y evitar todo aquello que pudiera causar una crisis epiléptica. Esto incluye:
- No dormir lo suficiente.
- Estar emocionalmente estresado.
- Saltarse comidas.
- Lleve un registro de cualquier crisis epiléptica que tenga su hijo. Anote la fecha, la hora del día y cualquier otro detalle que usted y su hijo puedan recordar acerca de la crisis. Su médico puede usar esta información para planificar o ajustar los medicamentos u otro tratamiento.
- Asegúrese de que todo profesional de la salud que atienda a su hijo para cualquier otra afección sepa que su hijo tiene epilepsia. Cada médico debería saber qué medicamentos está tomando su hijo, si es que está tomando alguno.
- Haga que su hijo use un brazalete de alerta médica. Puede comprarlos en la mayoría de las farmacias. Si su hijo tiene un episodio de convulsiones que lo deja inconsciente o incapaz de hablar, este brazalete informará a quienes estén tratando a su hijo de que tiene epilepsia.
- Si su hijo está siguiendo una dieta cetógena, asegúrese de que la siga correctamente. Con esta dieta, su hijo come mucha más grasa y menos carbohidratos. Esto reduce las convulsiones en algunos niños que tienen epilepsia.
- Hable con su médico acerca de si es seguro que su hijo haga ciertas actividades, como nadar.
- Hable con los maestros y los cuidadores de su hijo. Enséñeles qué hacer en caso de que su hijo tenga un episodio de convulsiones.
Si su hijo tiene otro episodio de convulsiones
- Proteja a su hijo de lesiones. Baje a su hijo al suelo.
- Coloque a su hijo de costado, lo cual ayudará a mantener libre la boca de cualquier vómito o saliva. Esto ayudará a evitar que la lengua obstruya la vía respiratoria de su hijo. Mantener la cabeza y la barbilla de su hijo hacia adelante también ayudará a mantener la vía respiratoria abierta.
- Aflójele la ropa a su hijo.
- No introduzca nada en la boca de su hijo para que deje de morderse la lengua. Ponerle algo en la boca podría lesionarlos a usted o a su hijo.
- Tome el tiempo que dura la crisis. Si las convulsiones duran más de 5 minutos, llame al 911.
- Trate de mantener la calma. Esto ayudará a calmar a su hijo. Consuele a su hijo hablándole en voz baja y en forma tranquilizadora.
- Revise si su hijo tiene lesiones después de las convulsiones.
- Bríndele un área segura donde su hijo pueda descansar. Y permanezca con su hijo hasta que esté completamente despierto y alerta.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame al 911 en cualquier momento que considere que su hijo necesita atención de urgencia. Por ejemplo, llame si:
- El episodio de convulsiones de su hijo no se detiene como lo hace normalmente.
- Su hijo tiene nuevos síntomas, como:
- Entumecimiento, hormigueo o debilidad en un solo lado de la cara o del cuerpo.
- Cambios en la vista.
- Dificultades para hablar o pensar con claridad.
Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Su hijo tiene fiebre.
- Su hijo tiene dolor de cabeza intenso.
Preste especial atención a los cambios en la salud de su hijo y asegúrese de comunicarse con su médico si:
- El patrón normal o las características de las convulsiones de su hijo cambian.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 20 diciembre, 2023
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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