Desgarro de menisco en adolescentes: Instrucciones de cuidado

Instrucciones de cuidado

El menisco es un tejido elástico en la rodilla que actúa como amortiguador entre los huesos superiores e inferiores de la pierna. También mantiene la rodilla estable al distribuir el peso por todas sus partes. Cada rodilla tiene dos meniscos. Un menisco puede desgarrarse si se planta el pie y se hace un giro. El menisco también puede desgastarse con la edad, y puede desgarrarse cuando te pones en cuclillas o te arrodillas.

Es posible que los desgarros pequeños sanen solos con descanso y un poco de fisioterapia. Pero un desgarro más grave podría necesitar cirugía para repararlo o para extirpar parte del menisco. Es posible que tu médico desee que veas a un médico especializado en lesiones óseas y deportivas.

¿Cómo puedes cuidarte en el hogar?

• Descansa la rodilla cuando sea posible.
• No te pongas en cuclillas ni te arrodilles.
• Toma los analgésicos (medicamentos para el dolor) exactamente según las indicaciones.
  • Si el médico te recetó un analgésico, tómalo según las indicaciones.
  • Si no estás tomando un analgésico recetado, pregúntale a tu médico si puedes tomar uno de venta libre.
• Aplícate hielo o una compresa fría sobre la rodilla de 10 a 20 minutos cada vez. Trata de hacerlo cada 1 o 2 horas durante los siguientes 3 días (cuando estés despierto) o hasta que la hinchazón baje. Ponte un paño delgado entre el hielo y la piel.
• Coloca la pierna adolorida sobre una almohada cuando te aplicas hielo en la rodilla o en cualquier momento que te sientes o te acuestes durante los 3 días siguientes. Trata de mantener la pierna por encima del nivel del corazón. Esto ayudará a reducir la hinchazón.
• Si tu médico te lo sugiere, sigue sus indicaciones para usar muletas o un soporte ortopédico de rodilla.
• Sigue las indicaciones de tu médico sobre ejercicios para mantener la rodilla móvil y los músculos de la pierna fuertes. Aquí hay algunos ejercicios que puedes probar si tu médico lo autoriza:
  • Ejercicios para el músculo cuádriceps: Acuéstate sobre el piso o la cama con la pierna lesionada recta. Extiende la pierna por completo, sin flexionar la rodilla o flexionándola muy poco. Contrae el muslo (cuádriceps) de la pierna lesionada durante 6 segundos. No levantes el talón. Relaja el cuádriceps durante 10 segundos. Repite el ejercicio de 8 a 12 veces varias veces al día.
  • Levantamiento de pierna recta: Acuéstate sobre el piso o la cama con la pierna lesionada horizontal y la pierna sana flexionada, de manera que la planta del pie esté apoyada sobre el piso o la cama. Contrae el cuádriceps de la pierna lesionada. Mantén la rodilla tan recta como puedas y levanta la pierna lesionada hasta que esté a 18 pulgadas (46 centímetros) de la cama o el piso. Baja la pierna y relájate durante 5 segundos. Haz 3 series de 20 repeticiones o, si te cansas rápido, 3 series de 8 a 12 repeticiones.
  • Levantamiento de talón: Párate con los pies separados unas pulgadas. Apoya suavemente las manos sobre un mostrador o una silla frente a ti. Lentamente levanta los talones del piso mientras mantienes las rodillas rectas. Mantén durante 3 segundos, luego baja los talones lentamente hacia el piso. Haz 3 series de 8 a 12 repeticiones.
  • Deslizamiento de talón: Acuéstate sobre el piso o la cama con la pierna horizontal. Comienza a deslizar lentamente el talón hacia los glúteos (nalgas), manteniéndolo sobre el piso. La rodilla comenzará a flexionarse. Desliza el talón y flexiona la rodilla hasta que te duela un poco y puedas sentir un poco de presión dentro de la rodilla. Mantén esta posición durante 10 segundos. Desliza el talón hacia abajo hasta que la pierna esté recta sobre el piso. Relájate durante 10 segundos. Repite este ejercicio 20 veces.