Generalidades
La arteriopatía periférica se produce cuando los vasos sanguíneos (arterias) que suministran sangre a las piernas, el abdomen, la pelvis, los brazos o el cuello se estrechan o se obstruyen. Esto reduce la irrigación sanguínea a esa zona. Las piernas se ven afectadas con mayor frecuencia.
La arteriopatía periférica suele estar causada por la acumulación de grasa (placa) en las arterias. Esta acumulación también se llama endurecimiento de las arterias. Su riesgo de padecer arteriopatía periférica aumenta si fuma o tiene diabetes, colesterol alto, hipertensión o antecedentes familiares de arteriopatía periférica.
Muchas personas no tienen síntomas. Si tiene síntomas, puede tener las piernas débiles o cansadas, dificultad para caminar o mantener el equilibrio, o dolor. Si tiene dolor, puede sentir una sensación de tirantez, dolor u opresión en la pantorrilla, el pie, el muslo o la nalga que se produce durante el ejercicio. El dolor suele empeorar durante el ejercicio y desaparece cuando descansa. Si la arteriopatía periférica empeora, puede tener síntomas de irrigación sanguínea deficiente, como dolor en las piernas cuando descansa.
Los medicamentos y un programa de ejercicio especializado pueden ayudar a aliviar los síntomas. Los medicamentos y un estilo de vida saludable para el corazón pueden ayudar a ralentizar el avance de la enfermedad y reducir el riesgo de ataque cardíaco y cerebral. Si la arteriopatía periférica es grave, puede realizarse un procedimiento o una cirugía para mejorar la irrigación sanguínea.
La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus exámenes y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Cómo puede cuidarse en el hogar?
- Intente dejar o reducir el consumo de tabaco y otros productos con nicotina. Esto incluye fumar cigarrillos y cigarrillos electrónicos. Si necesita ayuda para dejar de fumar, hable con el médico sobre programas y medicamentos para dejar el hábito. Estos pueden aumentar sus probabilidades de dejar de fumar para siempre. Intente evitar también el humo de tabaco ambiental.
- Tome sus medicamentos exactamente como le fueron recetados. Llame a su médico si cree estar teniendo un problema con su medicamento.
- Si toma un medicamento para prevenir los coágulos de sangre, asegúrese de recibir instrucciones sobre cómo tomarlo de forma segura. Este medicamento puede causar problemas graves de sangrado.
- Si tiene síntomas cuando hace ejercicio, pregúntele al médico si un programa de ejercicio especializado es adecuado para usted. Este programa puede aliviar sus síntomas y ayudarle a caminar más lejos sin dolor.
- Coma alimentos saludables para el corazón. Estos incluyen verduras, frutas, nueces, frijoles, carne magra, pescado y cereales integrales. Limite el sodio, el azúcar y el alcohol.
- Haga actividad. Trate de hacer al menos 30 minutos de actividad física la mayoría de los días de la semana. Hable con el médico acerca del tipo y nivel de ejercicio que es seguro para usted.
- Manténgase en un peso que sea saludable para usted. Hable con el médico si necesita ayuda para bajar de peso.
- Intente dormir de 7 a 9 horas cada noche.
- Controle otros problemas de salud como la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes. Si cree que pudiera tener un problema con el alcohol o las drogas, hable con el médico.
- Evite las infecciones, como el COVID-19, los resfriados y la gripe. Vacúnese contra la gripe todos los años. Póngase la vacuna antineumocócica. Si ya le han puesto una antes, pregúntele a su médico si necesita otra dosis. Manténgase al día con las vacunas contra el COVID-19.
- Preste atención a síntomas nuevos o peores. Sepa cuándo llamar al médico u obtener ayuda inmediatamente.
- Cuídese bien los pies.
- Lávese los pies todos los días. Use agua tibia (no caliente).
- Compruebe si hay ampollas, cortes, grietas o llagas. Si tiene algún problema en los pies, acuda al médico. No intente tratar un problema del pie en el hogar.
- Utilice crema hidratante para la piel para mantener los pies suaves.
- Use zapatos y calcetines que le queden bien.
- Mantenga sus uñas recortadas.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame al 911 en cualquier momento que considere que necesita atención de urgencia. Por ejemplo, llame si:
- Tiene síntomas de un ataque al corazón. Estos pueden incluir:
- Dolor o presión en el pecho, o una sensación extraña en el pecho.
- Sudoración.
- Falta de aire.
- Náuseas o vómito.
- Dolor, presión o una sensación extraña en la espalda, el cuello, la mandíbula, la parte superior del abdomen o en uno o ambos hombros o brazos.
- Aturdimiento o debilidad repentina.
- Latidos del corazón rápidos o irregulares.
Después de llamar al 911, es posible que el operador le diga que mastique 1 aspirina para adultos o de 2 a 4 aspirinas de dosis baja. Espere a una ambulancia. No intente conducir usted mismo.
- Tiene síntomas repentinos en la pierna o el pie como dolor intenso, entumecimiento, debilidad, hormigueo, piel fría o cambios en el color de la piel. Su piel puede ser pálida, azulada o violácea.
- Tiene síntomas de un ataque cerebral. Estos pueden incluir:
- Entumecimiento, hormigueo, debilidad o parálisis repentinos en la cara, el brazo o la pierna, sobre todo si ocurre en un solo lado del cuerpo.
- Cambios súbitos en la vista.
- Problemas repentinos para hablar.
- Confusión súbita o dificultad repentina para comprender frases sencillas.
- Problemas repentinos para caminar o mantener el equilibrio.
- Un dolor de cabeza intenso y repentino, distinto a los dolores de cabeza anteriores.
Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Tiene un dolor en las piernas que no desaparece, incluso cuando está en reposo.
- El dolor de las piernas cambia o empeora. Por ejemplo, si tiene más dolor al hacer sus actividades normales o le duele con la misma intensidad después de reducir las actividades, debe llamar al médico.
- Tiene los pies o los dedos de los pies fríos, con hormigueo, débiles o entumecidos.
- Tiene llagas en las piernas o los pies que tardan en sanar.
- La piel de las piernas o los pies cambia de color. Puede ser pálida, azulada o violácea.
- La piel de sus piernas o pies tiene ampollas o parece brillante.
- Tiene una llaga abierta en la pierna o el pie que está infectada. Las señales de infección incluyen:
- Mayor dolor, hinchazón, enrojecimiento o aumento de la temperatura en la zona.
- Vetas rojizas que salen de la llaga.
- Pus que sale de la llaga.
- Fiebre.
Preste especial atención a los cambios en su salud y asegúrese de comunicarse con su médico si tiene algún problema.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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