Aprenda sobre las fobias en niños

¿Cómo se tratan las fobias en los niños?

El tratamiento depende de:

• La medida en que la fobia interfiere en las actividades de su hijo.
• Lo difícil que sea para su hijo evitar el objeto o la situación temidos.

Asesoría psicológica

Los síntomas de una fobia pueden mejorar mucho, y hasta podrían desaparecer, con asesoría. Las fobias pueden tratarse con un tipo de asesoría que se llama terapia cognitivo-conductual. Esto incluye terapia de exposición.

En la terapia de exposición, un consejero ayuda a su hijo a imaginarse o a aproximarse de veras al objeto o a la situación que causan temor. Pueden seguirse una serie de pasos para ayudar a su hijo a acercarse gradualmente a lo que teme.

Esta terapia solo debería realizarse con la ayuda de un consejero o un médico.

Medicamentos

Fobia a la escuela

Algunos niños tienen mucho miedo de ir a la escuela. Pueden rehusarse a ir. O pueden decir que están enfermos. Estas reacciones pueden estar relacionadas con la ansiedad.

Si su hijo a menudo dice que se siente enfermo antes de ir a la escuela, hable con su médico. Su médico puede descartar cualquier enfermedad seria. Pregúntele a su médico acerca de maneras para alentar a su hijo a asistir a la escuela.

Usted puede:

• Decirle a su hijo que entiende sus miedos. Pero también sea firme y diga que su hijo tiene que asistir a la escuela.
• Hablar con su hijo acerca de las razones por las cuales no quiere ir a la escuela.
• Ayudar a su hijo a resolver problemas o a lidiar con el estrés en la escuela.

Con las fobias a la escuela graves, es posible que tenga que hacer que su hijo vuelva a la escuela de a poco. Por ejemplo, su hijo puede ir a la escuela por una o dos clases al día, luego medio día y, finalmente, días completos.

Colabore estrechamente con el personal escolar. Asegúrese de que el director, la enfermera, el consejero escolar y los maestros sepan sobre la fobia de su hijo. Dígales cómo la está tratando.

Apoyo

• Sea abierto con su hijo acerca de sus miedos. Hable sobre ellos. Ofrezca mucho apoyo y confianza. Asegúrese de que su hijo no se sienta mal ni avergonzado por la fobia.