Aprenda sobre cómo tratar hábitos comunes de la infancia

¿Cómo puede tratar los hábitos de su hijo?

Los hábitos en los niños a menudo empiezan porque las acciones son calmantes o reconfortantes. Las conductas se convierten en algo que los niños hacen sin pensar en ello.

Los hábitos comunes en los niños incluyen cosas como chuparse el dedo, comerse las uñas, meterse el dedo en la nariz, balancear el cuerpo, enroscarse el cabello y tocarse los genitales en público. Estas son algunas cosas que puede hacer para ayudar a manejar los hábitos de su hijo.

• Recuérdele a su hijo sobre el hábito.

  Los hábitos se vuelven automáticos. Es probable que su hijo no tenga la intención de meterse el dedo en la nariz tan a menudo. Pero sin que su hijo lo piense, un dedo termina en una fosa nasal. Usted puede recordarle suavemente a su hijo sobre el hábito diciéndole cosas como: "Por favor, no te metas el dedo en la nariz. No es de buena educación". O bien: "Aquí tienes un pañuelo. Usa esto en vez de meterte el dedo en la nariz".

• Mantenga la calma.

  Si se frustra y levanta la voz, su hijo podría sentirse estresado. Los hábitos a veces son una respuesta al estrés, lo cual puede empeorar una conducta.

• Evite criticar.

  Trate de no llamar el hábito "asqueroso" o "sucio" o "malo". Si un niño oye que comerse las uñas es malo o asqueroso, podría empezar a pensar: "Entonces yo también debo ser asqueroso".

• Reoriente la atención de su hijo.

  Puede ser útil distraer a su hijo con algo que pueda reemplazar el hábito. Por ejemplo, si su hijo se chupa el dedo, usted podría probar a ofrecer un juguete o juego que requiera usar ambas manos. O si nota que su hijo se come las uñas cuando está estresado o nervioso, un juguete para jugar con los dedos o para apretar puede ayudar a concentrar la energía en otra cosa.

• Hable sobre las cosas que se hacen en privado y las que se pueden hacer en público.

  Algunas conductas no son de buena educación hacerlas en público. Pero son cosas que las personas sí hacen en privado. Ayude a su hijo a aprender qué conducta corresponde a cada caso. Por ejemplo, si su hijo se toca los genitales en público, ayúdele a entender que la conducta en sí está bien. Pero se hace en privado, no en público.

• Pruebe un sistema de recompensas en vez de castigo.

  Probablemente todavía necesite recordarle a su hijo sobre el hábito. Pero un sistema que recompense a su hijo por necesitar cada vez menos recordatorios puede ayudar. Si no hacer el hábito comienza a sentirse más gratificante que hacerlo, es más probable que su hijo lo abandone. Las cartillas con pegatinas funcionan bien con los niños pequeños. O usted podría probar a dibujar una línea en un frasco y añadir una bola de algodón cada vez que desea premiar una conducta positiva. Cuando el algodón llegue a la línea, su hijo tiene la oportunidad de elegir un premio.