Aprenda acerca del síndrome de manos y pies causado por la quimioterapia

¿Qué es el síndrome de manos y pies?

El síndrome de manos y pies (eritrodisestesia palmoplantar) es un efecto secundario de ciertas clases de quimioterapia. Algunos medicamentos de quimioterapia que se usan con frecuencia para tratar el cáncer pueden dañar por un corto plazo las células y la piel y los diminutos vasos sanguíneos de las manos y de los pies.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas pueden aparecer en la piel, con más frecuencia en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Estos síntomas pueden incluir:

• Dolor.
• Enrojecimiento.
• Hinchazón.
• Hormigueo o ardor.
• Sensibilidad.

En los casos más graves, la piel podría resquebrajarse o pelarse, o podrían aparecer ampollas. Los síntomas a veces pueden ocurrir en otras zonas, como las rodillas o los codos, pero esto es menos frecuente.

El síndrome de manos y pies puede darle dificultades para usar las manos y los pies al hacer sus actividades diarias. Los síntomas suelen desaparecer al terminar el tratamiento de quimioterapia.

¿Cómo se trata el síndrome de manos y pies?

Para tratar el síndrome de manos y pies, su médico puede recomendarle reducir la dosis o cambiar su programa de sesiones de quimioterapia. En algunos casos, la quimioterapia podría detenerse hasta que los síntomas mejoren.

Pueden usarse medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas. Estos incluyen los siguientes:

• Medicamentos que se aplican sobre la piel para reducir la inflamación, como cremas con corticosteroides.
• Medicamentos que se aplican sobre la piel para el dolor. Estos pueden administrarse como una crema o un parche en la piel.
• Pastillas para el dolor o la inflamación, como el ibuprofeno o el naproxeno.
• Cremas humectantes. Su médico podría recetarle una crema o recomendarle una crema de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés).

Puede ser útil colocarse compresas de hielo o una toalla fría y húmeda en las manos y en los pies cuando le dan ciertos medicamentos de quimioterapia. Siempre póngase una toalla entre la compresa de hielo y la piel. Hable con su médico acerca de este tratamiento.

¿Cómo puede cuidarse en el hogar?

Usted puede hacer cosas en el hogar para aliviar sus síntomas y evitar que empeoren.

Para ayudar a protegerse la piel:

• No exponga las manos ni los pies al agua caliente. Dese duchas y baños con agua fresca en vez de usar agua caliente. Enjuague los platos en agua tibia. Cuando se seque las manos y los pies, hágalo usando un paño o una toalla con toquecitos suaves.
• Evite exponerse al sol por períodos prolongados. Y evite otras fuentes de calor, como saunas.
• No haga actividades que le causen roces o que ejerzan fuerza en las manos o en los pies, como el tenis o trotar.
• Evite usar herramientas de uso doméstico que causen roce en las manos, como destornilladores o herramientas de jardinería.
• Evite el contacto con productos de limpieza para el hogar, como jabón para lavar la ropa.
• Use prendas y zapatos holgados y cómodos.
• Trate de evitar caminar descalzo. Use pantuflas suaves con suelas antideslizantes cuando anda por su casa.

Para ayudar a calmar la piel:

• Enfríese las palmas de las manos y las plantas de los pies con compresas de hielo o agua fresca. Haga esto de 10 a 15 minutos cada vez. Póngase una toalla entre la compresa de hielo y la piel.
• Aplíquese con cuidado loción para la piel para mantener sus manos humectadas. Evite frotarse o masajearse la loción en las manos. Esto puede causar fricción.

No dude en avisarle a su médico si tiene cualquier síntoma nuevo o cambios en la piel.