Actividad física - Considere más actividad para su hijo

Generalidades

Una de las mejores cosas que puede hacer por la salud de su hijo es ayudarle a ser más activo. Pero algunos niños tienen dificultades con el ejercicio. Es posible que prefieran leer, interactuar en redes sociales o jugar frente a la pantalla. Esas actividades no tienen nada de malo. Pero estar sentado demasiado tiempo no es bueno para su hijo.

Es posible que usted y su hijo no estén seguros de que haya tiempo para la actividad física en sus ocupadas vidas. Comience por pensar en los beneficios. Estar activo puede ayudarle a su hijo a tener más energía y confianza. Y puede ayudarle a su hijo a mantener un peso saludable. También puede ayudar a prevenir problemas de salud graves en el futuro. Estos incluyen presión arterial alta, colesterol alto y diabetes de tipo 2.

Para estar más activo, su hijo podría montar en bicicleta con amigos, jugar activamente en la escuela o caminar con la familia. O su hijo podría participar en deportes escolares o jugar al baloncesto al aire libre. Consulte las escuelas locales, la YMCA y otros recursos comunitarios para encontrar lugares seguros para estar activo. Trate de imaginar cómo podría ser la vida de su hijo con más actividad física.

Puede ser útil saber que su hijo no tiene que hacer grandes cambios inmediatamente. Piense en probar uno o dos pequeños cambios a la vez. Con el tiempo, un buen objetivo para su hijo es hacer 60 minutos de actividad física todos los días. El médico puede darles a usted y a su hijo el apoyo que necesitan para lograr este objetivo.

¿Cómo puede ayudar a que su hijo piense en hacer más actividad?

• Piense en lo que ser activo significaría para su hijo y toda la familia.
• Piense en cómo podrían ser más activos como familia.
• Haga uno o dos cambios, y vea qué tal funcionan:
  • Durante una semana, reduzca en 2 o 3 horas por semana la cantidad de tiempo que su hijo pasa frente a una pantalla.
  • Haga que su hijo realice alguna actividad física en ese tiempo. Haga caminatas en familia. O haga que su hijo monte en bicicleta, juegue al fútbol o lance una pelota con los amigos.
• Después de unas cuantas semanas puede descubrir que a su hijo le gusta ser más activo.
• Recuerde que usted puede decidir cómo y cuándo hacer cambios. Y puede controlar la velocidad con que los hace. Los cambios pequeños y lentos a menudo funcionan mejor y duran por más tiempo que los grandes. Y es más fácil continuar haciéndolos. Usted puede encontrar una manera que funcione para su familia.