Cuando la temperatura sube demasiado, usted y sus seres queridos corren un riesgo mayor de sufrir enfermedades relacionadas con el calor. Por suerte, hay varios consejos que puede seguir para mantenerse fresco y sano durante una ola de calor intensa.
Estos son algunos de los síntomas a los que hay que prestar atención:
El primer paso es informarse sobre cómo detectar una enfermedad grave relacionada con el calor. Si identifica rápidamente las reacciones al calor, podrá tratarse mejor a sí mismo y a sus seres queridos.
Agotamiento por calor: los síntomas incluyen fatiga, dolor de cabeza, confusión, mareos, calambres y náuseas.
Golpe de calor: los síntomas incluyen dolor de cabeza intenso, taquicardia, respiración rápida o superficial, convulsiones, vómitos, pérdida del conocimiento y piel enrojecida, caliente y seca.
Si presenta síntomas de un golpe de calor, llame al 911 o vaya al hospital más cercano.
Aunque estas condiciones serían graves para cualquiera, los adultos mayores, los niños pequeños y las personas con ciertas enfermedades son especialmente vulnerables.
Consejos para mantenerse fresco, seguro y sano
Cuando llegue una ola de calor intensa, estos consejos pueden ayudar a minimizar sus efectos en ustedes y en otras personas.
Manténgase hidratado. El agua ayuda al cuerpo a mantener una temperatura normal. También le ayuda a sudar, lo que enfría el cuerpo.
Permanezca en un lugar con aire acondicionado, si es posible. Es la manera más fácil de mantenerse fresco durante una ola de calor.
Limite la actividad al aire libre. Si tiene que salir, intente hacerlo por la mañana temprano o justo antes del atardecer.
El agua fría actúa más rápido que el aire frío. Si necesita refrescarse rápidamente, mójese la cara y el cuello con agua fría, o humedézcase las manos y los pies.
Consulte el pronóstico del tiempo. Las olas de calor causadas por condiciones meteorológicas como los vientos de Santa Ana también pueden provocar altas temperaturas nocturnas. Estar al tanto del riesgo de calor en su zona puede ayudarle a prepararse.
Las bolsas de hielo y las compresas frías pueden ayudar en condiciones extremas. Aplíqueselas en las muñecas, la parte superior del pecho y de la espalda o la base del cuello.
Congele toallas o paños para la cama. Si tiene problemas para dormir debido al calor, tumbarse sobre una toalla o un paño congelados le ayudará a bajar la temperatura corporal.
Si no tiene aire acondicionado, use ventiladores para refrescar la casa. Recuerde estos consejos para aprovechar al máximo los ventiladores.
- Aunque un ventilador puede dispersar el aire caliente, el aire en movimiento le refrescará al evaporar el sudor o el agua en la piel.
- A muchas personas les resulta útil la ventilación cruzada. Para ello, coloque dos ventiladores en lados opuestos de la habitación. Si puede, colóquelos frente a ventanas o puertas abiertas.
- Coloque un recipiente poco profundo con agua helada delante de un ventilador. La corriente de aire del ventilador acelerará la evaporación, lo que enfriará el aire justo por encima del recipiente. El ventilador distribuirá este aire más frío por toda la habitación.